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entre lo biológico y la construcción cultural de
lo masculino y lo femenino. 3 Es por ello que este
enfoque aborda un debate indispensable para el
desarrollo de la obra que presentamos: la relación
entre lo público y lo privado, y la posición de
hombres y mujeres en ambos espacios, idea que nos
permite estudiar la manera en que ellas cuestionan
las relaciones de poder y articulan demandas
igualitarias en todos los ámbitos.
En De liberales a liberadas: Pensamiento
y movilización de las mujeres en la historia de
México (1753–1975), analizamos la respuesta
de las mujeres frente a los planteamientos del
liberalismo decimonónico, la Revolución Mexicana,
la reconstrucción nacional posrevolucionaria y la
irrupción de los cambios sociales y culturales de las
décadas de los años sesenta y setenta. Cada época,
con sus particularidades, dictó a las mexicanas el
diseño de estrategias específicas para demandar
espacios de participación y la forma de utilizarlas.
Las vemos recurrir a la palabra impresa para
hacer públicas sus inquietudes y deseos o dentro
de las grandes movilizaciones sociales, políticas
y culturales, pero, sobre todo, las descubrimos
rebatiendo el discurso que justifica su sometimiento
mediante un cuestionamiento audaz, e incluso
retórico, de aquellos argumentos que, sin embargo,
les permiten formular reivindicaciones para su sexo.
Observamos cómo reconfiguran los
espacios que les son asignados por la jerarquía
patriarcal para internarse en territorios que, en
teoría, y según lo que ha registrado la historia
tradicional, no les corresponden. Hacen públicas
sus preocupaciones y sus deseos, las demandas por
la educación y condiciones laborales igualitarias,
toman las calles y pelean por obtener derechos
políticos, de tal manera que el imaginario que las
confinó al hogar se trastoca para demostrar que
ésta no fue, precisamente, la única esfera en que
se desenvolvieron. En otras palabras, estudiamos
los procesos mediante los cuales se reafirman como
sujetos capaces de participar en la construcción
nacional.
En este orden de ideas, a la par que
analizamos el discurso que las mexicanas emplean
como principal arma, atendemos a la retórica de
las distintas formas de pensamiento que pretenden
mantenerlas al margen de la vida pública; no para
exponerlas como víctimas del sistema de género
imperante, sino para estar en condiciones de
valorar el horizonte desde el cual se piensan a sí
mismas y para comprender por qué en determinada
coyuntura histórica hacen uso de medios específicos
para cuestionar su subordinación. De esta manera
estudiamos desde los cambios sociales y políticos
nacionales más emblemáticos en que participan e
indirectamente inscriben sus demandas, hasta las
expresiones más abiertas del feminismo –visibles
desde el siglo xix– mediante las cuales pugnan por
relaciones más igualitarias dentro de los ámbitos
familiar, educativo, laboral y cultural.
Brindamos especial atención al desarrollo
del feminismo liberal que, mediante modificaciones
sustanciales, recorre los siglos xix y xx y se convierte
3 Celina de Jesús Trimiño Velásquez, Aportaciones del feminismo
liberal al desarrollo de los derechos políticos de las mujeres,
Madrid: Congreso de los Diputados, 2013, pp. 331–332.