08.03.2016 Views

liberales-liberadas-2da

liberales-liberadas-2da

liberales-liberadas-2da

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

61<br />

De su existencia las tranquilas horas<br />

Allí del ruido mundanal no turba<br />

La algazara constante y fatigosa<br />

Ni se escucha del alma acongojada<br />

El ¡Ay! doliente que derrama a solas<br />

Tan sólo turba la apacible calma<br />

que reina siempre en la tranquila alcoba,<br />

Murmullos de plegarias y de besos<br />

Que suenan como notas armoniosas,<br />

Unidas al trabajo que allí reina<br />

A las iguales y apacibles notas. 6<br />

Es oportuno señalar que la preceptiva moral implícita<br />

en este imaginario cultural responde a la intención<br />

expresa de las élites sociales en el poder, por establecer una<br />

función social única para la población femenina, y promover<br />

así el tipo de comportamiento que se considera deseable.<br />

En este sentido, y tal como observa la historiadora Julia<br />

Tuñón, no debe olvidarse que los estereotipos “muestran<br />

rasgos de la ideología dominante que seguramente incidían<br />

en las mujeres de carne y hueso, pero [además] sugieren<br />

datos de esa realidad con la que se debía mediar: cuando<br />

se insiste en que un sujeto, niño, obrero, hombre o mujer<br />

actúe de determinada manera se nos da, entre líneas, la<br />

pauta de cómo sí actúa [...]”. 7<br />

En otras palabras, ante la evidencia histórica de<br />

tantas y diversas conductas femeninas como diferentes<br />

clases sociales y etnias en que se inscriben las mujeres; la<br />

permanente preocupación que durante la segunda mitad<br />

del siglo xix se observa por difundir el modelo angelical de<br />

La permanente preocupación que<br />

durante la segunda mitad del siglo<br />

xix se observa por difundir el modelo<br />

angelical de la mujer como sacerdotisa<br />

del ámbito doméstico y familiar, nos<br />

lleva a pensar en el abismo que muy<br />

probablemente existía entre el ideal<br />

prescrito y la realidad.<br />

la mujer como sacerdotisa del ámbito doméstico y familiar,<br />

nos lleva a pensar, más bien, en el abismo que muy probablemente<br />

existía entre el ideal prescrito y la realidad.<br />

Desde una perspectiva semejante, y tal como revisaremos<br />

más adelante, ante la insistencia de un discurso<br />

que buscaba excluir a las mujeres del espacio público: “Cuida<br />

de tu familia y no salgas a menudo de tu casa, ni te vean<br />

por las calles y por la plaza del mercado [...]”, 8 es bastante<br />

previsible que desde tiempo atrás las mujeres se ocuparan<br />

en actividades que presumiblemente no les correspondían.<br />

Experiencia que, de seguro, les fue útil para concebirse a<br />

sí mismas como individuos no determinados necesaria, o<br />

solamente a partir de la experiencia del matrimonio y la<br />

maternidad.<br />

Desde esta misma lógica, también es importante<br />

subrayar que, aun cuando por supuesto El Ángel del Hogar<br />

reforzó durante casi toda la segunda mitad del siglo<br />

el modelo de la domesticidad femenina, no debe pasarse<br />

6 “El Ángel del Hogar”, Violetas del Anáhuac, México, núm. 42, 1888.<br />

7 Julia Tuñón, El Álbum de la mujer. Antología ilustrada de las mexicanas.<br />

Volumen iii. El siglo xix (1821–1880), México: conaculta, 1991, pp.<br />

11 y 13.<br />

8 Agustín Rivera, “Pensamientos filosóficos sobre la educación de la<br />

mujer en México”, en El Correo de la tarde, Mazatlán–México, 1889.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!