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insospechadamente benéficas para el lento, pero inevitable
posicionamiento de las mexicanas como individuos y sujetos
sociales: el impulso de la educación femenina en nivel medio
superior y profesional.
La revisión de ambos escenarios que se ofrece a
continuación, nos permitirá conocer el origen de las instituciones
que a partir de entonces se convertirían en paradigmas
de la relación entre las mujeres y su papel como
instructoras de la sociedad, tales como la creación de la
Secundaria para Señoritas (antecedente de la Escuela Normal
de Maestras), o el kindergarten, renombrado más tarde
en su traducción más cercana como Jardín de Niños. Asimismo,
dará cuenta de la forma en que diversos sectores de
mujeres retomaron estos espacios para impulsar proyectos
de educación que respondieran a intereses y aspiraciones
no vinculadas en estricto sentido con el destino social dictado
desde el discurso liberal clásico.
En el mismo sentido, analizaremos también la forma
en que diversos grupos de mujeres aprovecharon, sin
embargo, los elementos de dicho discurso para incursionar
en territorios y actividades de la vida pública hasta entonces
considerados exclusivamente masculinos. Así, las veremos
confrontando el rechazo social para ingresar a la escuela
de Medicina o Jurisprudencia, sumándose a Círculos y Asociaciones
de carácter literario, publicando versos, cuentos y
novelas, escribiendo en revistas creadas especialmente para
mujeres, asociándose para formar una escuela, un gabinete
de lectura y, en especial, expresar sus ideas y emociones
por medio de la escritura, ya fuera de manera individual o
colectivamente a través de un proyecto editorial.
En el tránsito al nuevo siglo, las encontraremos
caminando por las calles rumbo a la fábrica, la tienda de
costura, el almacén, el café o el expendio de abarrotes
donde trabajan diariamente; las veremos en las aulas, recibiendo
lecciones o enseñando, sumándose a un círculo
político, actuando en el escenario o participando en alguna
obra de beneficiencia. En resumen, como una faceta más de
los cambios que se avecinarían en el tránsito al siglo xx, las
encontraremos redefiniéndose a sí mismas en los espacios
conocidos de siempre, y en muchos otros por conocer.