capacitação para comitês de ética em pesquisa - BVS Ministério da ...

CAPACITAÇÃO PARA COMITÊS DE ÉTICA EM PESQUISA
Teniendo en cuenta el creciente y profundo énfasis
de los últimos años en que la experimentación en el ser
humano debe preceder a la aplicación general de nuevos
procedimientos terapêuticos, junto con las grandes sumas de
dinero disponible, hayrazón para temer que las exigencias
y los recursos puedan ser mayores que el número de
investigadores responsables disponilble. Todo esto multiplica
los problemas que estamos comentando.
Los investigadores dominan cada dia más las faculdades
de medicina y los hospitales universitarios. Todo joven sabe
que nunca será ascendido hasta obtener un puesto fijo ni será
profesor de una prestigiosa faculdad de medicina a menos
que se hayadestacado como investigador. Si sumamos a este
hecho la inmediata disponibilidad de dinero para dirigir la
investigación, nos podemos imaginar las grandes presiones
que sufen los jóvenes médicos ambiciosos.
Poner en práctica las recomendaciones de la Comisión
Presidencial sobre Enfermedades Coronarias, Cáncer y
Accidentes Cerebrovasculares implicaria que astronômicas
sumas de dinero estarían disponibles para la investigación
en seres humanos.
Además de los tres principales factores ya mencionados
existen otros que Sir Robert Platt 2 ha sañalado: un despertar
general de la conciencia social; mayor poder de los nuevos
remedios, las nuevas operaciones y los nuevos procedimientos
de la investigación tanto para el bien como para el mal; nuevos
métodos de tratamiento preventivo, con sus ventajas y sus
peligros que están siendo ahora aplicados tanto a comunidades
enteras como a individuos, con la multiplicación de las
posibilidades de producirles danos; la ciencia ha mostrado lo
valiosa que puede ser la experimentación en seres humanos
para resolver enfermidades problemáticas y su tratamiento;
por tanto puede preverse un aumento de la experimentación; y,
por último, la nueva idea de considerar la investigación clínica
como una profesión (por ejemplo, la farmacologia clínica)
– lo que puede llevar a una desafortunada separación entre los
intereses de la ciencia y los intereses del paciente.
FRECUENCIA DE LAS PRÁCTICAS NO ÉTICAS
O ÉTICAMENTE CUESTIONABLES
Prácticamente todo el mundo está de acuerdo en que las
violanciones de la conducta ética existen. El problema es,
¿con qué frecuencia? Un primer estúdio de la cuestión se
basó en 17 ejemplos, que pronto se vieron incrementados
98
a 50. Estos 50 estudios contenían referencias de otros 186
ejemplos, con una media de 3,7 ejemplos por estudio: éstos
a veces se solapaban unos con otros, pero cifras indican
de qué forma puede procederse en la búsqueda de este
tipo de material. Los datos sugerían problemas de gran
amplitud, para los que hacía falta outro tipo de información,
la cual se obtuvo examinando 100 estudios consecutivos
publicados em 1964 en una revista de gran prestigio; 12
de ellos no fueran realmente éticos ello indicaria todavia
la existência de una situación muy grave. Pappworth 3
, em Inglaterra, ha recogido, dice, más de 500 artículos
basados en experimentación no ética. Es evidente, a partir
de dichas observaciones, que los procedimientos no éticos o
cuestionablemente éticos no son raros.
EL PROBLEMA DEL CONSENTIMIENTO
Todos los llamados “códigos” se basan en la vana asunción
de que obtenerse fácilmente del sujeto un consentimiento
informado y comprendido. Pero como se há seãdalado ya
em outro lugar4, este no suele ser el caso. El consentimiento,
en el sentido de totalmente informado, puede ser imposible
de obtener. Sin embargo, excepto, posiblemente, en las
situaciones más triviales, es este un objetivo hacia el que nos
debemos dirigir por razones sociológicas, éticas y legales. No
hay outra opción.
Si los médicos se dirigen a los pacientes de una forma
adecuada, éstos accederán a cualquier cosa que aquellos les
pidan, debido a la confianza que tienen en ellos. Al mismo
tiempo todo investigador médico experimentado sabe que
los pacientes a menudo se someten a situaciones duras e
incómodas si no son demasiado duraderas, pero que el
paciente normal nunca se prestará a arriesgar seriamente su
salud o su vida en el nombre de “la ciencia”.
Solamente en dos de los 50 ejemplos compilados
originalmente para este estudio se mencionaba el
consentimiento. Realmente debería enfatizarse en todos los
casos por razones morales y legales obvias, pero no sería
realista fiarse mucho de él. Lo cierto es que las declaraciones
en relación a si se obtuvo o no el consentimiento carecen
de sentido a menos que uno pueda saber qué grado de
información sobre los riegos recibió el paciente, y si éstos
no son conocidos, ello también debería serle puesto de
manifesto. Una garantia muchísimo más segura es la
presencia de un investigador verdaderamente responsable.