www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía de la Universidad ARCIS 136recurrentes de la avanzada: los límites de lo decible, no como resultado de determinacionesexternas - censura, etc. - sino como condición constitutiva del lenguaje mismo. Como señalaríadespués Pablo Oyarzún, “el giro esencial de la producción de avanzada a este respecto espadecer el dato primario de ese indecible como algo que es clandestino aun para su propioportador, que, por lo tanto, desarticula las pautas de identidad individual y colectiva.” 216Al ubicar el trabajo de Diamela Eltit habría que tener en mente al menos dos espectrosdiscursivos: la plástica experimental (Carlos Leppe, Eugenio Dittborn, Carlos Altamirano) y elDepartamento de Estudios Humanísticos, donde Ronald Kay, Raúl Zurita, Eugenia Brito, RodrigoCánovas y la misma Eltit colaboraban en la producción de nuevas teorías y prácticas literarias. 217El Colectivo de Acciones de Arte sería formado alrededor de 1979, compuesto por dosescritores (Diamela Eltit y Raúl Zurita), dos artistas plásticos (Lotty Rosenfeld y Juan Castillo) yun sociólogo (Fernando Barcells). En la primera de sus performances, “Para no morir de hambreen el arte” (1979), se distribuía leche en polvo en una villa miseria de Santiago, acompañada deun poema que exhortaba al lector a “imaginar esta página blanca como la leche diaria a consumir /imaginar cada rincón de Chile privado del consumo diario de leche como páginas blancas parallenar.” 218 A esto seguía la lectura pública, enfrente del edificio de la ONU en Santiago, de unfragmento en cinco idiomas que retrataba la situación chilena. Una caja de leche, el ejemplar deHoy con el poema y una copia del texto leído en la ONU serían después depositados en lagalería de arte Centro Imagen, seguidos de un desfile de camiones de leche por la ciudad y lacolocación de una sábana blanca sobre el museo, como metáfora de “clausura institucional yhambre.” 219 En la segunda performance, “¡Ay Sudamérica!” (1981), el grupo arrojó sobreSantiago, desde un avión, 400.000 panfletos que anunciaban que “el trabajo de ampliación de losniveles habituales de vida es el único montaje de arte válido / la única exhibición / la única obra dearte que vale: cada hombre que trabaja para la ampliación aunque sea mental de sus espacios devida es un artista.” 220 A partir de un marco retórico “predicante, exhortativo, militante, utopista,concientizado, profetizante” 221 - tales intervenciones establecían un enlace con la ciudad ypostulaban “una espacialidad alternativa a la de los recintos de arte cercados por la institución.” 222La avanzada se transformaría, en todo su abanico de recursos estéticos, en referencia clave para216 Pablo Oyarzún, “Arte en Chile de veinte, treinta años,” Georgia Series on HispanicThought 22-5 (1987-8), 311.217 Eugenia Brito, Campos minados, 75.218 Nelly Richard, Márgenes, 138.219 Richard, Márgenes, 56.220 Richard, Márgenes, 138.221 Nelly Richard, La insubordinación de los signos: Cambio político, transformacionesculturales y poéticas de la crisis (Santiago: Cuarto Propio, 1994), 40.222 Richard, Márgenes, 138.
www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía de la Universidad ARCIS 137gran parte de la literatura chilena postgolpe.La cuestión de la fotografía se convierte, en ese momento, en referencia central para eldebate artístico en Chile. 223 La fotografía cumple aquí tanto el papel de “guardián de la memoria”como de vehículo del experimentalismo vanguardista de las poses hiperestilizadas, simulaciones yjuegos de máscaras. En la obra de Eugenio Dittborn, el espacio fotográfico surge como trazaborrosa, precaria de la memoria, como en Caput Mortuum Red, una fotoserigrafía que muestrala imagen descolorida y gastada de un joven junto a un número serial, o aun en “Fosa Común”(1977), una colección de fotografías que instala el imperativo del duelo a partir de larepresentación de reminiscencias colectivas, anónimas. Como señala Richard, la obra de Dittbornse proponía investigar “la situación del rostro humano fotografiado por la máquina dereproducción visual, hasta lograr extraer de ella la clave analítica y metafórica del tramajecoercitivo que señalaba los procedimientos de detención y captura de la identidad fotográfica: laprisión del encuadre, la camisa de fuerza de la pose, la sentencia del montaje, la condena del piede foto, etc.” 224 No es gratuito que la obra sugiera en la analista el uso de un vocabulario policial;escapándose de la literalidad del arte brigadista anterior, el arte de la avanzada buscó,fundamentalmente, identificar en el procedimiento artístico mismo, claves alegóricas que loreconectaran con la experiencia colectiva chilena. Esta preocupación se manifiesta en el gestominimalista de la performance de Lotty Rosenfeld titulada “Una milla de cruces sobre elpavimento,” en la que la artista superpone, horizontalmente, tiras de tela blanca a los ejesverticales divisorios de las carreteras, formando una cadena de cruces en Washington, D.C., eldesierto del norte de Chile y la frontera entre Chile y Argentina. Además de intervenir en elespacio urbano con un “acto que traiciona el ideal de rectitud fijado por la linealidad delcamino,” 225 Rosenfeld movilizaba todo un campo semántico alrededor de la palabra “cruz,”aludiendo a la serialidad de las muertes y al duelo generalizado. Otros dos artistas plásticostrabajarían sobre el cuerpo como materia sometida a segmentación, desnaturalización yresignificación. En El perchero, Carlos Leppe presentaría un cuerpo transexualizado, reducido atrozos como un artefacto maleable; 226 Juan Domingo Dávila fundiría “en su sistema pictórico lanarratividad del comic, la tradición del desnudo, la indagación psicoanalítica y la provocaciónobscena.” 227 Todos estos desarrollos presuponían una convergencia de varias experiencias223 Pablo Oyarzún, “Parpadeo y piedad,” Cirugía plástica (1989), 32.224 Richard, La insubordinación, 20.225 Richard, Márgenes, 139.226 Sobre la obra provocativa y multifacetada de Leppe, véase Richard, Márgenes einstitución, asimismo su altamente poética monografía dedicada al artista, Cuerpo correccional(Santiago: Visual, 1980). Véase también Bercht, ed., Contemporary Art from Chile (Nueva York:Americas Society, 1991), catálogo de exhibición realizada en Nueva York en 1991. Sobre laevolución del arte chileno reciente, véase Oyarzún, “Arte en Chile” y “Parpadeo.”227 Oyarzún, “Arte en Chile,” 323. Sobre la pintura de Dávila, véase Gustavo Buntinx,Carlos Pérez y Nelly Richard, El fulgor de lo obsceno (Santiago: Francisco Zegers, n/d). Digna demención en la obra reciente de Dávila es la representación paródica y transexuada de uno de los