25.08.2015 Views

alegorias.pdf

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía de la Universidad ARCIS 142ellos. El letrero “sigue transmitiendo los nombres propios” (16), “continúa lanzando los nombresy apodos” (17), constituyéndose en instancia por la que la sujetificación tiene lugar. El letreroocupa así el rol de interpelador, voz de la ley ante la cual el sujeto responde y en función de lacual el mismo sujeto viene a reconocerse en cuanto tal: 240el aviso luminoso les encubre de distintas tonalidades, los tiñe y los condiciona (8).Por eso el luminoso, en plena anatomía, los llama con nombres literarios (9).Están esperando su turno, porque el luminoso los confirme como existencia, es decir, losnombre de otra manera (16).Es bajo el escrutinio de tal mirada que un cuerpo femenino y el cuerpo colectivo de losdestituidos, vienen a ser. Se trata aquí de cuerpos que emergen como instancias de la mirada, esdecir, sus nombres propios reciben su don de ella: “[si] el luminoso no hubiese caído sobre elcentro de la plaza éstos no habrían accedido al privilegio de la bautizada” (33). La “bautizada” noes otra que L. Iluminada, y el bautismo se nos aparece (como una serie de otras imágenescristianas en la novela) como anuncio de los poderes nombradores del luminoso, en un ritual quedolorosamente se sexualiza: “Primigenia, se presenta ausente de resguardo, por voluntad propiaestá presta para el control del luminoso que, en la oscuridad, adquiere su profunda penetración”(16) “Estrella su cabeza contra el árbol una y otra vez... se muestra en el goce de su propiaherida, la indaga con sus uñas y si el dolor existe es obvio que su estado conduce al éxtasis” (15).Mientras que la instancia nombradora es fálica, L. Iluminada y los cuerpos indigentes de laplaza inventan otra sexualidad, diseminada, anónima y basada en el roce. El frío en la plaza invitael toque de los cuerpos; el gesto de supervivencia se vuelve indistinguible de una práctica erótica.Allí L. Iluminada atraviesa sus varias transformaciones, sus varios devenires: voz colectiva, objetode la violencia de las luces (una escena de sujetificación en el sentido más clásico: constitución porinterpelación de la ley) y también su devenir sujeto de una mirada que, a su vez, objetiviza algrupo de mendigos. En un momento en que se enciende un fuego en la plaza, la voz narrativaapunta:Ellos seguirán protegidos del frío, para que ella pueda seguir contemplándolos con la luzdel luminoso y así los examine en la perfección de sus poses ... Por eso su mirada estáatenta y su rostro anhelante. Ya no importa el frío, perdería el placer de la observación sise confundiera con uno de ellos ... como un travelling su mirada (27-8).Aquí se lleva a cabo la convergencia de varias miradas: la voz narrativa, las voces --nombradoras y dotadoras de identidad en la escena --, la cámara que filma y el ojo de L.240 Sobre la constitución del sujeto como producto de una interpelación de la ley - lainstancia externa y controladora representada en Lumpérica por las luces que vienen del letrero -véase, naturalmente, la teoría althusseriana de la ideología, elaborada en “L’idéologie et les aparatsideologique de l’état,” 1970, Positions (París: Éditions Sociales, 1976), 67-125.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!