National Experiences - British Commission for Military History

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dentro del Ministerio del Ejército, se establecieron las Ramas del Aire y de Tierra en
el Servicio de Aviación y se creó la Escala del Servicio para los Oficiales y la Tropa;
además se creó el uniforme verde oscuro de Aviación, distinto del caqui del Ejército,
que llevaba en las hombreras las barras y ángulos de los distintivos de categoría aeronáutica,
con las estrellas de empleos del Ejército en las bocamangas.
La nueva edición de El Dominio del Aire publicada en 1.928, causó verdadero
impacto en las ideas y opiniones de los aviadores españoles. Esta edición fue seguida
de la aparición del libro Nociones de arte militar aéreo, esencialmente basadas
en informaciones sobre Aeronáutica Militar italiana, escrito por el Comandante de
Artillería D. Carlos Martínez de Campos y Serrano, Conde de Llovera, y el Capitán
de Corbeta D. Mateo Mille y García de los Reyes, agregados militar y naval respectivamente
a la Embajada de España en Roma. El prólogo era del General Soriano que
decía “ el dominio del aire… es factor esencial para el logro de la victoria”.
En las Nociones se estudiaba la organización de una Aviación Militar tomando
como base el modelo italiano, se analizaban tipos y características de los aviones
de caza, bombardeo y reconocimiento, se trataban la doctrina y la táctica aérea, y
se estudiaba la importancia de la Aeronáutica independiente que, según Douhet, ya
no debía actuar como un Arma más, sino como un Ejército por separado, como el
de Tierra y la Marina, concepto que los autores no aceptaban. También estudiaban
detenidamente el papel de la defensa aérea y la cooperación del Ejército del Aire con
el de Tierra y la Marina.
En Enero de 1.930 el Comandante de Artillería y jefe de escuadra aérea Luis
Manzaneque Feltrer, publicó en la revista “Aérea” un artículo titulado La defensa
nacional. La nueva doctrina de guerra, que tuvo gran éxito. Luego, en 1.931, Manzaneque
publicó su gran libro El Dominio del Aire y la Defensa nacional, y después
publicó numerosos artículos en la “Revista de Aeronáutica” de 1.932 a 1.946. En
toda su obra están presentes las constantes de su pensamiento como estratega aéreo:
la aparición del Arma Aérea había revolucionado la guerra, las naciones que se negaran
a aceptar esta realidad lo pagarían muy caro, no era necesario efectuar grandes
reducciones en el Ejército y en la Marina, pero sí era necesario crear una fuerte
“Armada Aérea” como arma defensiva capaz de disuadir a los posibles enemigos
de invadir España por tierra o por mar. En 1.930 llegaba a la conclusión de que se
necesitaría una flota de 700 aviones: 200 “aparatos de batalla” (bombarderos estratégicos
bien armados y con gran capacidad de carga y radio de acción), 300 triplazas
de combate y ataque y 200 monoplazas de caza.
Todo esto debía ser posible sin desequilibrar el presupuesto nacional, “pues no
hay que olvidar que la economía ha de ser el cimiento sobre el que se asiente la
potencia militar de un país”. El reparto del presupuesto para la defensa “no puede
ser igual para todos los países, porque la geografía, como siempre, mandará en la
guerra”.
Luis Manzaneque fue un “douhetista” convencido pero no extremista, que tuvo