LA CONJURACION ANTICRISTIANA - AMOR DE LA VERDAD
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Otras asambleas de francmasones habían sido realizadas en los últimos veinte<br />
años en Brunswick, en Wiesbaden y en otras ciudades alemanas; ninguna había<br />
sido general como esa; ninguna reuniera una tal variedad de sectas. “Eran, de alguna<br />
manera, dice Barruel, todos los elementos del caos masónico reunidos en el<br />
mismo centro”.<br />
“Los Iluministas llegaban de todos los lados provistos de pasaportes de autoridades<br />
civiles. Durante más de seis meses ellos entraban y deliberaban tranquilamente<br />
en su inmensa y tenebrosa logia, sin que los magistrados se dignasen de inquietarse<br />
con lo que allí pasaría relativamente a ellos y sus pueblos. Si los organismos<br />
religiosos, si el cuerpo episcopal por sí mismo, hubiesen, en esos días, realizado<br />
una asamblea general, el soberano habría reclamado el derecho de enviar emisarios;<br />
él los había encargado de vigilar para que, bajo el pretexto de cuestiones<br />
religiosas, no aconteciese nada de contrario a los derechos del Estado. Aquí, la policía<br />
mereció sin duda la confianza de los príncipes que los masones contaban entre<br />
sus Il . Ella no sabía que no hay para los adeptos de ese nivel sino mediasconfidencias.<br />
Weishaupt envió, pues, a Wilhelmsbad a su lugarteniente Knigge1, con el pensamiento<br />
y tal vez con la misión, recibida de la dirección suprema de las sociedades<br />
secretas, que los había convocado, de arrastrar todas las diversas sectas de la<br />
francmasonería para el movimiento revolucionario.<br />
Knigge juzgó más conveniente mantenerse a la puerta de la asamblea, acompañar<br />
el desarrollo de las materias y actuar por sus confidentes de que por sí mismo.<br />
El se sirvió sobre todo del adepto Minos, esto es, del barón Dittfurth, consejero<br />
del Gabinete Imperial de Wetzlar, que él sabía estar lleno de celo y de entusiasmo<br />
por el Iluminismo y que él tuviera el cuidado de hacer incluir en la categoría de los<br />
diputados. “Las principales disposiciones combinadas entre Knigge y Dittfurth,<br />
dice Barruel, fueron decretadas por el congreso”. No entraremos en el detalle de<br />
las maniobras que él realizó para alcanzar su objetivo; pueden ser leídas en el cuarto<br />
volumen de las Mémoires pour servir à l’histoire du jacobinisme. Bastará decir que<br />
su objetivo fue alcanzado.<br />
“Si yo no temiese agobiar de espanto y de dolor los francmasones honestos,<br />
dice Barruel, yo los convidaría aquí a meditar un poco estas palabras:<br />
“¡Todos quedarán encantados, entusiasmados! ¡Electos y Rosacruces, Hermanos<br />
Templarios, Hermanos de Zenendorff y Hermanos de San Juan, caballeros del<br />
sol y caballeros Kadosch, filósofos perfectos, todos escuchan, reciben con admiración<br />
los oráculos de Epopte Hierofante (Knigge), que restituís a la claridad primiti-<br />
1 El barón Knigge, apellidado Philon, es el más famoso de los iluministas después del autor de la secta. El se<br />
encargó de redactar y efectivamente redactó todo el código de los Iluministas bajo el título Veritable illuminé,<br />
impreso en Francfort-sur-le-Mein. En una obra, Dernier éclaircissement, él cuenta su historia, la del Iluminismo,<br />
de sus pactos con los jefes de la secta y de los trabajos que emprendió a favor d ella.<br />
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