LA CONJURACION ANTICRISTIANA - AMOR DE LA VERDAD
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CAPITULO XI<br />
<strong>LA</strong> FRANCMASONERIA EN EL SIGLO XVIII<br />
I. – LOS ENCICLOPEDISTAS<br />
Voltaire fue uno de los primeros y de los más poderosos agentes de la Revolución.<br />
Esta se propone – ya lo dijimos y en esto seguimos a Haller, León XIII, y a<br />
muchos otros, y mejor todavía por su propia confesión – el aniquilamiento de toda<br />
religión y el derrumbe de toda autoridad. Voltaire se encargó de la primera parte<br />
de ese programa, sino en su totalidad, al menos de su parte más importante, el<br />
aniquilamiento de la religión de Cristo.<br />
Este proyecto, ¿fue concebido por él mismo o le fue sugerido? Condorcet no<br />
lo dice, pero nos da esta información: “Fue en Inglaterra que Voltaire juró consagrar<br />
su vida a ese proyecto; y mantuvo su palabra” 1 .<br />
¿Hizo él esa promesa en su fuero interno o a los conjurados? Esta última suposición<br />
parece la más verosímil. “Fue en Inglaterra”, dice Condorcet. En su primer<br />
viaje a aquel país (1725-1728), Voltaire fue recibido como francmasón en una de las<br />
sociedades descritas por Toland en su Pantheisticon dedicado a los Lectori Philometho<br />
et Philaleti. (Esa denominación Philalèthes se le daba a una de las logias de<br />
París más avanzadas en el movimiento revolucionario). Durante esos tres años de<br />
estadía en suelo inglés, Voltaire llevó “la vida de un rosa-cruz siempre ambulante<br />
y siempre escondido.”<br />
Aquí ya no estamos en las tinieblas infranqueables de las primeras épocas de<br />
la francmasonería; estamos, como observa Claudio Janner, en un terreno histórico<br />
perfectamente seguro. Es la época del viaje de Voltaire a Inglaterra y de su iniciación<br />
en la francmasonería por los ingleses, que data de la fundación de las primeras<br />
logias en Francia, por lo menos de aquellas constituidas para preparar la Revolución<br />
2 . Ellas fueron establecidas por los ingleses, y en las ciudades donde las rela-<br />
1 Condorcet. Vie de Voltaire.<br />
2 Fueron también los ingleses que instauraron las primeras logias en los otros países. Sir George Hamilton,<br />
dignatario de la Gran Logia de Inglaterra, se encargó de la de Suiza. El conde Scheffer fue designado para la de<br />
Suecia; lord Chesterfield para la de Holanda; el duque d’Exter, Martin Folkes, para el Reino del Piamonte; el<br />
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