LA CONJURACION ANTICRISTIANA - AMOR DE LA VERDAD
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jez, tenía la ambición de gobernar Francia y de reinar, rápidamente se apoderó de<br />
la dirección de la Asamblea Nacional, para conducirla donde él quería. ¿Y el mismo<br />
no fue conducido por los que adularon su ambición, que esperaban obtener<br />
provecho con eso?<br />
Era necesario, inicialmente, conjurar el peligro de una restauración de la monarquía<br />
en la persona del conde de Chambord; ese príncipe tan cristiano y tan<br />
francés era al mismo tiempo tan firme en sus perspectivas de gobierno, que ninguna<br />
esperanza podía nacer de hacerlo renovar la falta practicada por Luis XVIII. Todas<br />
las fuerzas de la Revolución, todas las diversas facciones, a partir del liberalismo<br />
católico, trabajaran, no para un acuerdo positivo, pero cada cual de su parte y a<br />
su manera, para apartarlo del trono de su país.<br />
Primeramente fue la Comuna, protegida por Bismarck, conducida, en sus<br />
primeras horas, por Thiers, y sustentada por la Francmasonería. Ella pretendió, de<br />
un solo golpe y por la violencia, a la moda de 93, lo que hoy se hace de una manera<br />
más segura y durable por la legalidad. En el día 26 de abril de 1871, cincuenta y<br />
cinco logias, más de diez mil francmasones 1 , conducidos por sus dignatarios, revestidos<br />
con sus insignias, fueron en procesión hasta las murallas, para allá desplegar<br />
sus banderas – ellos arbolaban sesenta y dos – y hasta la Prefectura Municipal,<br />
para saludar el poder revolucionario 2. El F∴ Tiriforque dijo a los comunales:<br />
una logia de carbonarios, puesto que la policía no intervino, y, si ella hubiese intervenido, todo no pasaría de<br />
una reunión de amigos para festejar una graduación.<br />
La Provence, diario de Aix, recordó largamente esos hechos en su número de 1 de diciembre de 1872, cuando<br />
Thiers era entonces Presidente de la República, y cuando, en aquella ciudad, numerosos amigos vigilaban con<br />
cuidado todo lo que era escrito sobre él. No fue presentado ningún desmentido.<br />
Dupin, el primogénito, explicando como la revolución de 1830 fue tan súbita y tan pronta, también habló de<br />
ese juramento: “Cuando, dice él, el carbonarismo se restableció en Francia, según las normas de los hombres<br />
que, en ese momento pares de Francia y funcionarios públicos, fueron a buscar en Alemania, él tuvo como<br />
objetivo el derrumbe de todo poder irresponsable y hereditario. No se puede estar afiliado a él sin prestar<br />
juramento de odio a los Bourbons y a la realeza. En algunos lugares ese juramento era pronunciado hasta incluso<br />
sobre un crucifijo y sobre un puñal. Hay diputados y pares que se recuerdan de eso”.<br />
1 De diez a once mil, estima el Journal Officiel da Comuna.<br />
2 He aquí el apelo que el Gran-Oriente de Francia hizo a la Francmasonería universal, a favor de la Comuna. El<br />
fue publicado en 1871.<br />
“Hermanos de la masonería y hermanos compañeros, no tenemos otra resolución a tomar que no la de combatir<br />
y de cubrir con nuestra escudo sagrada al lado del derecho.<br />
“¡Armémonos para la defensa!<br />
“¡Salvemos París, salvemos a Francia!<br />
“¡Salvemos a la humanidad!<br />
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