LA CONJURACION ANTICRISTIANA - AMOR DE LA VERDAD
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El Gran-Oriente también vino a presentar sus felicitaciones, y un otro miembro<br />
del gobierno provisorio, el judío Crémieux, le dijo: “La República está en la<br />
masonería” 1 . Después de esa garantía y esa promesa, él indicó qué género de trabajo<br />
la República debería realizar de común acuerdo con la Francmasonería: “La<br />
unión de los pueblos bajo todos los puntos del globo contra la opresión del pensamiento<br />
(por la Iglesia) y contra la tiranía de los poderes”; en otras palabras, la insurrección<br />
del género humano entero contra toda autoridad civil y toda autoridad<br />
religiosa, contra todo lo que se opone al establecimiento de la civilización masónica.<br />
Poco después, para preparar en todo el universo las vías de esa civilización, el<br />
mismo Crémieux fundó una Alianza Israelita Universal, cuyo fin declarado es el<br />
exterminio del cristianismo y la hegemonía de la raza judía sobre todas las otras<br />
razas.<br />
El movimiento revolucionario así suscitado por la Francmasonería, sustentado,<br />
desarrollado por las sociedades secretas, tuvo su más fuerte impulso en las batallas<br />
de junio. Pero la corriente conservadora que vimos brotar en 1843, que engrosara<br />
bajo la acción del partido católico, y que había visto llegar a él a los que<br />
temían las amenazas del socialismo, se hizo suficientemente fuerte para trabar el<br />
movimiento revolucionario. Luego los conservadores comprendieron que no había<br />
salvación sino en la religión, y ese sentimiento se hizo suficientemente general y<br />
fuerte para forzar a Cavaignac y Napoleón a realizar concesiones a los católicos.<br />
Fue esto que impusieron las correspondencias de Roma y la ley de la libertad de<br />
enseñanza. Esas dos grandes victorias trajeron otras. Renacieron la libertad de los<br />
concilios y la libertad de la devoción cristiana: un lugar preponderante fue dado al<br />
clero y a las comunidades religiosas en las instituciones a favor de los infelices, y<br />
en el estudio de los medio para resolver la cuestión social puesta bajo el régimen<br />
precedente, pero que las doctrinas socialistas singularmente agravaron.<br />
1<br />
Un empleado de escalón superior de la municipalidad de París, de nombre Flottard, publicó en la Revue Hebdomadaire<br />
el relato de la toma de la Prefectura y de la creación del gobierno provisorio. Este fue compuesto de<br />
apenas cinco miembros; pero cuando el decreto salió de la prensa nacional, consignaba siete. Crémieux y Marie<br />
habían sido incorporados. “Afirmo, dice Flottard, que esa adicción no fue deliberada y que ella no fue<br />
hecha en las pruebas encaminadas por la prensa y que tengo bajo los ojos al escribir esto”. Un solo nombre<br />
podría haber provocado protestas. El de Marie debía hacer pasar el de Crémieux.<br />
Crémieux no dejó de instalarse también en el gobierno provisorio de 1871 para ahí cuidar igualmente de los<br />
intereses de los judíos. El decretó la naturalización de ellos en la masa en Argelia.<br />
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