07.05.2013 Views

LA CONJURACION ANTICRISTIANA - AMOR DE LA VERDAD

LA CONJURACION ANTICRISTIANA - AMOR DE LA VERDAD

LA CONJURACION ANTICRISTIANA - AMOR DE LA VERDAD

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

osas y de las más formales reivindicaciones del partido republicano, conviene,<br />

entre tanto, en la expectativa del triunfo de esas reivindicaciones, buscar resoluciones<br />

de espera inmediatamente realizables”. Sigue una larga serie de promesas que responden<br />

a ese deseo 1 .<br />

En febrero de 1904, Keller, en su Correspondance Hebdomadaire, cuenta que, en<br />

el curso de esa preparación, Loubet, que todavía no era Presidente de la República,<br />

caminando en el Senado, en la Galería de los Bustos, dice en una conversación: “Yo<br />

también soy partidario de la separación, pero sólo votaré por ella después de haber<br />

terminado de poner las riendas en la Iglesia y de desarmar a los curas”.<br />

Para eso se trabajó a través de leyes, de decretos, de medidas diversas, sabiamente<br />

espaciadas.<br />

Entre tanto, la atención de los católicos relativamente a lo que se hacía se<br />

volvía cada día más inquieta.<br />

El Presidente Carnot, fuese por iniciativa propia o por sugestión masónica,<br />

juzgó, con el objetivo de adormecer a la opinión pública y la vigilancia pontificia,<br />

deber escribir una carta autografiada a León XIII, prometiendo la sincera observancia<br />

del Concordato y el respeto a los tratados que levantan la asignatura de<br />

Francia.<br />

Era apenas una táctica, una estratagema. Aprovechando la confianza que esas<br />

palabras inspiraban, la secta hacia sus últimos preparativos.<br />

Después de medio siglo de estudios y de disposiciones ella juzgó ser finalmente<br />

llegada la hora de pasar a la acción. Ella no osó sin embargo hablar aun<br />

abiertamente, presentar en términos propios una ley de confiscación y separación.<br />

Waldeck-Rousseau fue encargado de hacer votar y promulgar una ley sobre las<br />

asociaciones en general: no sería difícil, después, declarar que las diócesis y las parroquias<br />

constituían asociaciones religiosas y de hacerlas pasar para el régimen de<br />

las otras asociaciones de la misma naturaleza.<br />

¿Se proponía Waldeck-Rousseau verdaderamente a no aplicar sino con moderación<br />

a las congregaciones la ley que él acababa de obtener y de mantenerse<br />

así? El hecho es que, una vez votada la ley, él fue derrumbado y substituido por<br />

Combes.<br />

1 Convención de 1900. Sesión del 8 de septiembre. Informe, p. 313.<br />

Página 194 de 206

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!