13.05.2013 Views

Discurso crítico y Modernidad. Ensayos escogidos - gesamtausgabe

Discurso crítico y Modernidad. Ensayos escogidos - gesamtausgabe

Discurso crítico y Modernidad. Ensayos escogidos - gesamtausgabe

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Bolívar Echeverría<br />

una religiosidad que, debido a una coyuntura histórica en sí misma enrevesada,<br />

está ahí como sustituto y en representación de la reconstitución<br />

desacralizada de esas comunidades como entidades políticas que podrían<br />

modernizarse por sí mismas en una modernidad post-capitalista.<br />

El tercer corolario tiene que ver con el hecho de que el dios de los modernos,<br />

el valor que se autovaloriza, un dios que no tiene otra vigencia ni<br />

otro poder que los que le vienen del sometimiento de la vida social al dominio<br />

de la modernidad capitalista, es un dios que debe respetar el hecho<br />

histórico concreto de que este sometimiento de la vida social, que es la<br />

realidad dominante, no es sin embargo un sometimiento absoluto. El dios<br />

profano de los modernos debe por ello coexistir junto con los distintos dioses<br />

sagrados y sus innumerables metamorfosis; dioses que siguen vigentes<br />

y poderosos en la medida en que las sociedades que los veneran no han sido<br />

aún modernizadas estructuralmente. La política que obedece a la religiosidad<br />

moderna tiene que arreglárselas en medio de las políticas que obedecen<br />

aún a las sobrevivencias de la religiosidad arcaica.<br />

Habría que concluir, por ello, que ninguna situación es peor para la<br />

afirmación de una secularización o desacralización auténtica que aquella<br />

en la que el dios de los modernos entraben contubernio con los dioses .<br />

arcaicos, a los que recicla y pone a su servicio mediante concertaciones y<br />

acomodos. Puede decirse que la afirmación de la autonomía humana de lo<br />

político, es decir, la resistencia al dominio de su versión religiosa, resulta<br />

más difícil de cumplirse mientras mejor es el arreglo mediante el cual la<br />

religiosidad moderna, profana o “atea” somete a la religiosidad tradicional,<br />

sagrada o “creyente”.<br />

Ningún rasgo de la vida contemporánea es más expresivo de la catástrofe<br />

civilizatoria en la que nos encontramos que el fortalecimiento acelerado<br />

que se observa en nuestros días de la parte que le corresponde a lo<br />

arcaico en este contubernio entre las dos religiosidades.<br />

Se trata, por lo demás, de un contubernio que ha acompañado a la<br />

modernidad a lo largo de su historia. Primero fue el intento de la Iglesia<br />

Católica, que reformó su religiosidad arcaica en el Concilio de Trento, de<br />

integrar y funcionalizar en su provecho a la naciente religiosidad moderna<br />

del capital. Un intento, conducido por la Compañía de Jesús, que fracasó<br />

después de todo un siglo de imponer su proyecto de vida social en la<br />

Europa mediterránea y en América, pero cuyo ejemplo inspira todavía,<br />

extemporáneo y deformado, a las fuerzas políticas más reaccionarias de<br />

nuestros días. (Véase el Apéndice.) Después vino ya el contubernio decisivo,<br />

el que resultó de la necesidad en que se vio la religiosidad moderna<br />

del capital, que es de por sí imperceptible y virtual, de adoptar un cuerpo<br />

visible a fin de promover de mejor manera la acumulación capitalista en<br />

[ 302 1

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!