Dossier: Louis Althusser - Dialéktica

está completamente vinculada a la praxis social en general. Así, las prácticas
–de campo o teóricas– que se han nombrado como antropológicas comprendieron
y comprenden una diversidad permanentemente mutable. Esta
mutabilidad y diversificación crecientes son una característica constituyente
de la práctica antropológica, en tanto la hacen, la componen como tal,
le atribuyen sentido. Pero al ser este sentido la mutación y la diversificación
permanente, no permite asir esta práctica de forma unificada; cada relato
sobre la antropología ve a ésta desde un lugar distinto, con anteojos diferentes.
Los acuerdos o las totalizaciones no parecen ser posibles en la práctica
antropológica.
Creemos que acordar y fijar una práctica antropológica de una vez
por todas no es posible por la propia constitución de esta práctica. Y esta
constitución mutable y diversa es al mismo tiempo producida por la especificidad
de dicha práctica, es decir, la mirada sobre lo otro, sobre la diversidad
desde la diversidad. La misma acción de producir conocimiento sobre lo
distinto a lo uno, es decir, dar cuenta de la multiplicidad, transforma a su
vez a la producción de conocimiento sobre lo otro/lo múltiple. Es un conocimiento
que en su acción de conocer se va transformando a sí mismo, constituyéndose
sin parar en esto o aquello e irrumpiendo en la producción de
subjetividad de las sociedades, grupos, culturas, que intervienen en esa
producción cognitiva social, mutando a su vez la antropología, en las direcciones
propuestas por las sociedades en/desde/sobre las que estudia.
Por todo ello es que podemos ver la crisis actual de la antropología 9
no como un momento pasajero sino como un elemento constitutivo. La antropología
se mueve en crisis. Es una máquina que funciona rompiéndose.
La mirada antropológica, al encontrarse con el otro, se transforma a sí misma
y no puede nunca fijarse por completo. Fuga siempre hacia delante
desarrollando nuevas miradas que son a su vez transformadas en el seguir
conociendo/transformando.
La idea de máquina que funciona rompiéndose es desarrollada por Gilles
Deleuze y Félix Guattari para referirse a la producción deseante. Para estos
autores no hay más que producción, y entre producción deseante y
producción social no hay sino sólo una diferencia de régimen. La producción
deseante es flujo permanente de producción y antiproducción al cual
van acopladas máquinas, que funcionan codificando y descodificando,
territorializando y desterritorializando. Según operen estas máquinas darán
posibilidad a la producción de determinadas condiciones de sociedad.
En este sentido, las máquinas pueden entenderse como maneras de impri-
9 De la que hablábamos en el punto anterior.
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