Dossier: Louis Althusser - Dialéktica

dominio sobre la palabra y la imaginación eran cada vez más perfectos,
nunca como en esos años las minorías y las singularidades habían sido hasta tal
punto capaces de recuperar la palabra y, con ella, un grado superior de libertad.
A lo que Deleuze contestaba de muy mala manera, asegurando que
él no tenía ni idea de si las sociedades de control y comunicación podían
suscitar formas de resistencia capaces de dar alguna oportunidad al comunismo
como Negri pretendía, y encima que si así fuera, no lo sería jamás
porque las minorías recuperaran la palabra. Al parecer bastante mosqueado,
el uñoso francés sentenciaba que la palabra y la comunicación estaban ya
podridas, y no accidentalmente sino por su propia naturaleza.
La polémica era una pieza de otro rompecabezas, y si no me equivoco
decidimos dejarla de lado poco elegantemente para terminar con el
escrito. Creo que fue idea mía atribuirla a un supuesto “radicalismo del
último Deleuze” que fue el hazmerreír de muchos camaradas de ruta (recuerdo
en particular las burlas de Gabriel Livov).
¿Pero por qué cuernos cuento todo esto que si no le interesaba a
nadie entonces mucho menos le interesará a alguien ahora? Porque cuando
el propio Mc Cabe apareció hace unos meses con el texto de Althusser
que abre esta sección, creí encontrar otras piezas de aquél rompecabezas.
No todas, claro, pero unas cuantas. Digamos que las suficientes como para
armar una de sus esquinas, y acaso para adivinar qué cuadro reproduce...
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Otra del mismo
Althusser, como sabe quien haya empezado a leer este dossier por el principio,
acusa a Gramsci de haber oscurecido aún más los de por sí ya oscuros
puntos ciegos de la teoría marxista al retomar la vieja distinción burguesa
entre sociedad política y sociedad civil. Distinción tal vez no del
todo vieja, pero sí burguesa, porque para el asesino nacido en Argel es
sólo desde la perspectiva de la ideología burguesa que se puede desagregar
lo social en político y civil.
Digo que la distinción gramsciana, por muy burguesa que sea, tal
vez no sea del todo vieja, porque el concepto de sociedad civil que este
otro ex-convicto italiano produce no remite, como los producidos por sus
predecesores, a la estructura social pre-política y pre-estatal, sino a una
región privada no-pública y no-estatal de la superestructura.
Por otra parte, se cree en general 1 , y más que nada porque Bobbio así
1 Digo en general nomás. Néstor Kohan, y muchos otros atentos lectores de Gramsci no
comparten la opinión de Bobbio, y no quisiera quedar en entredicho con ellos.