Dossier: Louis Althusser - Dialéktica
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UNIVERSIDAD / LA ANOMALÍA SALVAJE.<br />
go sólo lo que alcanza mi retina desde su lugar, su perspectiva, sino que le<br />
atribuyo lo que la cama, la lámpara, los objetos que la rodean, pueden ver de<br />
ella. Sólo puedo ver un objeto desde mi lugar porque todos los lugares se<br />
hacen presentes por él.<br />
El presente de la percepción no es el presente «de hecho», retiene un pasado<br />
y proyecta un futuro. Todos los tiempos están, son presentes en la percepción.<br />
Si la mirada se limitara al presente de hecho, o a la perspectiva<br />
que desde el lugar de hecho disponemos, lo que obtendríamos sería una<br />
sucesión de planos que resultarían borrados subsiguientemente, por el presente<br />
de hecho inmediatamente posterior, o por el cambio de lugar, de<br />
perspectiva. En tanto objeto, no se ve de manera plana: se ve como totalidad,<br />
desde todos los tiempos y todos los lugares, que se hacen presentes en<br />
el presente de la percepción 1 .<br />
La mirada no se encierra en la perspectiva espacio-temporal que de hecho<br />
ofrecen nuestros órganos visuales. No es plana y no se borra consecutivamente<br />
porque no se corresponde unívocamente con lo ofrecido por la retina:<br />
porque lo que ve no es desde el lugar ni desde el presente de ella.<br />
Lo percibido no responde a lo obtenido en la funcionalidad específica<br />
de diferentes partes, si todos los tiempos y lugares pueden hacerse presentes<br />
en la percepción es porque ella obra desde una totalidad; la del sujeto percipiente,<br />
la del cuerpo. 2<br />
No se puede estudiar la percepción de manera distante, como si fuera un<br />
1 Cuando miramos una mesa, no vemos sólo lo que habilita nuestra perspectiva espaciotemporal<br />
factual; la percibimos en su unidad, no como «plano-de-la-mesa». No nos<br />
limitamos al plano exclusivo del que disponemos efectivamente. Para percibirla como<br />
«(totalidad-)mesa», atribuimos las perspectivas que desde «todas partes», desde los<br />
objetos que la rodean, se pueden ver de ella. Lo mismo ocurre con la perspectiva temporal.<br />
El objeto se ve desde todos los tiempos, aun cuando lo veamos desde un determinado<br />
punto de nuestra duración. Al girar la mesa, nuestra percepción presente no se<br />
corresponde unívocamente con el nuevo plano, la percepción retiene el pasado inmediato<br />
y a la vez proyecta un futuro, que permite percibir, en el presente, aun «los planos» no<br />
vistos. Si en la percepción no se hicieran presentes todos los tiempos y todos los lugares,<br />
necesitaríamos recorrer cada vez todos los planos para percibir un objeto como tal. Y sin<br />
embargo, ello mismo no sería posible, sin un sujeto que retuviera -suprimiera- «los<br />
planos», y sin el cual el «todos» pudiera adquirir alguna referencia.<br />
2 Merleau-Ponty ofrece ejemplos de cómo la lesión o disfunción de un órgano no redunda<br />
en la pérdida de un dato específico; en tanto el cuerpo es una totalidad, cualquier lesión<br />
en él transforma la totalidad, el daño en un punto no hace perder la cualidad específica<br />
con la que se correspondería, justamente, porque las cualidades no son en sí.<br />
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