Dossier: Louis Althusser - Dialéktica
Dossier: Louis Althusser - Dialéktica
Dossier: Louis Althusser - Dialéktica
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
la «verdad por anticipación», el desborde fáctico de las estructuras por parte de<br />
un sujeto indómito.<br />
IV.<br />
Es enero en Italia, y todavía faltan algunos meses para que <strong>Althusser</strong> arribe al<br />
país con su góndola cargada de nuevas críticas. Mientras tanto, viaja refunfuñando<br />
en varios medios franceses y españoles, haciendo pública su disconformidad<br />
respecto al abandono del concepto «dictadura del proletariado» por parte del<br />
PCF y la alianza eurocomunista.<br />
Es entonces que el secretario general del PCI, Enricco Berlinguer,<br />
correspondiendo al deseo de del co-gobierno junto a la Democracia<br />
Cristiana, dicta una invectiva determinante: «que los intelectuales se asuman<br />
o serán considerados enemigos de la democracia y<br />
sus instituciones». Semejante discurso es el corolario de una maniobra partidaria<br />
pugnando por acallar toda revuelta, a fin de huir a la acechanza del fantasma<br />
terrorista (que debía su nacimiento a los sucesos vividos durante el «otoño caliente»<br />
del ’69), y que tuvo su comienzo en el apoyo a la Nueva Ley sobre el Orden<br />
público (la ‘Legge Reale’) en 1975.<br />
Sin embargo, algunos estudiantes parecen no haber entendido del todo<br />
bien aquél impúdico dictamen del Convenio del Eliseo. Y es así como, el 17 de<br />
febrero de 1977 en la Universidad de Roma, cerca de 4000 estudiantes repudiaron<br />
la llegada de Lama (el por entonces secretario general de la CGT italiana) a sus<br />
claustros, y que inmediatamente ocuparon el recinto. Ese día, el PCI y el sindicato<br />
oficial contestaron con una represión inédita, disponiendo una insólita cantidad<br />
de efectivos policiales. Ese día, el Estado –a partir de sus «democráticas instituciones»asistió,<br />
como tantas otras veces, al strip tease que deja en evidencia su declarada<br />
guerra abierta a toda subjetividad insumisa.<br />
A partir de entonces, comienza un proceso de discusión y acción<br />
desobediente, de un enfrentamiento en forma creciente, entre el Estado y los/as<br />
estudiantes de Roma y de Bologna. A partir de entonces, comienza una obscena<br />
cacería en la que el gobierno no deja de ocultar sus propósitos, sino que los<br />
proclama pública e impunemente. En marzo, Zangheri, alcalde de Bologna, con<br />
ocasión de una manifestación estudiantil, dicta una orden a través de los medios:<br />
«Cargar contra ellos, es la guerra; hay que eliminar esos tipos: ellos solos se han<br />
excluido de la comunidad». Semejante consigna tendrá un horrible corolario: el<br />
asesinato a mansalva de Francesco Lo Russo, joven integrante del periódico Lotta<br />
Continua.<br />
Éste es el paisaje en el que <strong>Althusser</strong> pisa tierra firme. Meses antes de que<br />
se dé cita en conferencia, tiene lugar en Bologna un encuentro por el lapso de tres<br />
días, al que asisten cerca de 60.000 personas, para debatir en torno a un movimiento<br />
contra las represiones y en favor de un pensamiento de resistencia y autonomía;<br />
muchos y muchas se agrupaban bajo el nombre «Nueva Izquierda». Tal amplia<br />
asistencia cobijó, de forma heterogénea, tanto tendencias armadas (los ,<br />
en obvia alusión al arsenal que portaban) como una multitud de movimientos<br />
feministas, ecologistas, y otras tantas y tantos (autonominados «Indios<br />
dialéktica 18