Dossier: Louis Althusser - Dialéktica

la dimensión poiética (el trabajo), toda
vez que EP asevera que el «nexo fundamental
y sumamente enriquecedor»
se da «entre el pensamiento académico
y el pensamiento de los márgenes», 2
es decir, entre pensamiento y pensamiento
en el cielo de los conceptos (de
vez en cuando lamentablemente nublado
por las protestas de la experiencia
material).
Decimos «aparente contradicción»
y «aparente coherencia» porque
plantear –como pretende aquella común
opinión, a primera vista crítica,
mencionada al comienzo de esta reseña–
la necesidad de un «acercamiento»
entre Filosofía y Sociedad es, también,
asumir una escisión que, aunque
perviviera forzadamente en lo formal, sería
forzosamente inexistente en lo real.
Toda actividad filosófica presupone un
posicionamiento político y, por ende,
proyecta efectos concretos que afectan
el universo social produciéndolo
ontológicamente. No es este el lugar
para desarrollar semejante problemática,
pero sostenemos que toda práctica
filosófica produce sociedad. Y si bien
es rara y encomiable la aparición de un
espacio de producción en la carrera de
Filosofía que no esté limitado a sumar
un par de líneas al CV o a sostener un
RESEÑAS / CRÍTICAS
cargo en la planta docente, no es raro ni
encomiable el dispositivo de (a) producción,
(b) registro y (c) circulación que
ensambla EP, dispositivo que hallamos
en el corazón de un tipo de subjetividad
universitaria del que EP es tan sólo
una muestra: a) un espacio de edición,
de copy and paste, rejunte de escritos producidos
individualmente, según las ganas
(o las becas); b) un modo de leer a
los autores investigados, y, por ende,
un modo de habitar el presente (de la
investigación), signados por la elucidación
abstracta de los textos, aparentemente
ajena a sus condiciones de producción
y recepción; y c) una distribución
que, por encima de los espacios
públicos de la universidad, privilegia los
centros de comercialización de productos
intelectuales (acaso del mismo modo
en que se distribuían las aceitunas en
los almacenes barriales de Mileto). En
suma, un dispositivo de producción, registro
y circulación absolutamente tributario
de los modos de hacer filosofía
en la carrera de Filosofía.
Finalmente, y para hacerle justicia
a EP en su reivindicación de la carcajada
como acto filosófico –reivindicación
a la que suscribimos ardorosamente–,
le deseamos larga vida a este
emprendimiento liberal.
Mariano Repossi
1 Salvedad hecha de un «ensayo», que es el único texto que hace algunas referencias al
presente: «La ilusión de ser», texto que podría hacerse pasar fácilmente por desgrabación
de una sesión psicoanalítica cuyo verborrágico y depresivo paciente fuera un joven
burgués asediado por la inconfortable insistencia de la materialidad mundana (de la
materialidad mundana que no fuera un habano, una copa de vino, un cómodo sillón y algo de
jazz).
2 Esta separación entre lo «académico» y lo «marginal» se refleja en la clasificación que
EP realiza entre «artículos», como conjunto de piezas de carácter ponencial, y «ensayos»,
como conjunto de piezas que no serían aceptadas en un congreso (de Filosofía, al menos).
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