Dossier: Louis Althusser - Dialéktica
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Dedicamos este número a las compañeras y compañeros que, sin resignarse a los modos<br />
de organización instituidos, trabajan, con prácticas antiestatales y con autonomía de<br />
clase, en la institución de modos alternativos de organización para la lucha contra el<br />
Capitalismo y por la emancipación.<br />
dialéktica 4<br />
Claro y distinto, distinto y confuso,<br />
confuso y oscuro<br />
1. Claro y distinto<br />
Una primera obviedad: la sustancia, el «sujeto», del proceso históricosocial<br />
actual continúa siendo el capital. Su atributo, su «predicado», el<br />
trabajo. Esto es, dicho proceso es comandado aún por la burguesía a favor<br />
de sus intereses y en detrimento de los del proletariado.<br />
China, la economía de mayor tasa de crecimiento y uno de los principales<br />
tenedores de bonos del tesoro norteamericano, ha incluido en su<br />
Constitución la propiedad privada. Aunque no hacía falta para enterarnos<br />
de qué carácter es su organización social, económica y política, lo hizo,<br />
y China no es un país menor en el orden internacional.<br />
Mientras en Irak la invasión norteamericana continúa asesinando y<br />
los muertos se cuentan de a miles, la disputa internacional por el petróleo<br />
tiene un «detalle de color». Un escándalo ha levantado gran revuelo en el<br />
Congreso estadounidense. Se cree que entre 1996 y 2003 el presidente<br />
Sadam Hussein pudo desfalcar cientos de millones de dólares del programa<br />
«petróleo por alimentos». Por otro lado, altos funcionarios de las Naciones<br />
Unidas (en especial el director del programa, Benon Sevan) se habrían<br />
embolsado jugosas comisiones. Por último, algunos políticos extranjeros,<br />
en especial franceses, también habrían sacado tajada.<br />
Los resultados de las elecciones en la Unión Europea no han hecho<br />
más que poner de manifiesto que aquél «sujeto» se mueve, contra el trabajo,<br />
en función de su propia contradicción: cooperar y competir, ser «socios»<br />
y «competidores» es la razón de su existencia y no hay forma, ya<br />
sabemos, de que así no sea. La (posible) integración político-institucional<br />
de la UE está en función de su (imposible) integración económica en el<br />
contexto de competencia internacional con EEUU y con el bloque asiático<br />
incluyendo a China. Pero todos ellos cooperan como clase, también lo sabemos,<br />
contra el proletariado «propio y ajeno».<br />
Por eso, y a pesar del horror y del común dolor humano que nos<br />
pueden causar las muertes por los últimos atentados en Londres y en Egip-