Dossier: Louis Althusser - Dialéktica

(trans)forma en lo que es. Separar lo corporal de lo anímico, lo biológico de
lo social, deriva en una noción de lo biológico y lo corporal que deja de lado
las condiciones sociales que lo atraviesan, la sociedad que lo hace y que
hace. 4 Es la práctica del ser –con los demás seres, con el mundo– lo que afecta
«directa», integralmente al cuerpo, y es la misma práctica lo que le permitirá
transformarse. 5 )
En Merleau-Ponty, no «tenemos un cuerpo»; «somos un cuerpo». El cuerpo
no es concebido como lo otro de una «mente»; no hay una separación, el
cuerpo es todo, un todo. Cuando señala el obrar del cuerpo no está sugiriendo
que un componente exclusivamente orgánico mágicamente obre
por sí; lo que está señalando es un modo distinto de pensar y obrar, que no se
reduce al pensar de la conciencia. Está definiendo un sujeto como totalidad
pensante que excede lo racional y consciente.
Por eso no hay estímulos físicos que causen efectos psíquicos ni viceversa.
No hay un cuerpo que «somatice» lo que afecta a una mente. La
emoción se vive corporalmente, directamente en el cuerpo, en él mismo
está la emoción. Justamente porque con «cuerpo» no se refiere a una composición
física, que se tenga, sino a una totalidad que se es; al ser en su
totalidad.
«Lo físico» y «lo psíquico» quedan integrados en la totalidad del cuerpo
por el mismo movimiento que integra el cuerpo al mundo; la experiencia.
El cuerpo se transforma en su totalidad en la experiencia con el mundo.
En la lógica de la causalidad lineal, desde la que la medicina opera, sus
progresos resultan irrefutables. Pero qué ocurre si el cuerpo no consiste
en una mera combinatoria de estímulos-respuestas, si su experiencia total y
particular no es subsumible a una recomendación médica universal. Si el
cuerpo es totalidad, que obra, y si es transformable en su propio hacer,
quizá «la enfermedad» esté diciendo algo más acerca de ese cuerpo de lo que
4 Pero además, recomendando, para resguardar este biológico -que es más controlable
cuanto su hacer más rutinario, cuanto más elimine la alteración-, un modo de vida
repetitivo, lo que promueve es un tipo de vida reproductivo de ese «social» que descuida.
5 El ejemplo que se presentó en los encuentros fue el de la depresión. Desde Merleau-
Ponty, ella no sería explicada «física» ni «psíquicamente», y por eso, no se curaría ni con
una pastilla ni a partir de un trabajo de introyección individual, sino a través de otra
práctica, modificando las relaciones con lxs otrxs, con el mundo. Es la práctica la que
permite la transformación del ser, la que puede habilitar un nuevo ser-en-el-mundo.
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