Dossier: Louis Althusser - Dialéktica
Dossier: Louis Althusser - Dialéktica
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1980 [ver <strong>Dialéktica</strong> 3/4 1993, y fichas...], congreso en el que leyeron sus<br />
discursos el entonces intendente de Bs. As. Brigadier Osvaldo Cacciatore y<br />
el entonces dictador General Jorge Rafael Videla. En particular, este último<br />
cuadernillo se hacía eco de un escándalo mediático fogueado por H. Verbitsky<br />
en Página/12 (10/04/05): Carlos Cullen, titular de las cátedras de Ética,<br />
Problemas de Ética y Filosofía de la Educación (por restringirnos sólo al ámbito<br />
de Puán 480), era Decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad del<br />
Salvador cuando, en 1977, esta universidad nombró al Almirante Emilio<br />
Eduardo Massera como «Profesor Honorario». Cullen habría asistido a tan<br />
bonito «acto académico», pero el carácter vago y ambiguo de su «desmentida»<br />
en Página/12 (19/04/05) no alcanzó de ningún modo a clarificar tamaño<br />
acontecimiento. Por ello, en general, ese mismo cuadernillo convocó a una<br />
reunión pública y abierta a toda la carrera de Filosofía para debatir y aclarar<br />
tanto el (presuntamente) repugnante compromiso personal de Cullen con<br />
ese nombramiento honorario a Massera, como la (efectivamente) repugnante<br />
adhesión institucional de toda la planta docente de la carrera de Filosofía<br />
a aquel Congreso Nacional de 1980. ¿Hay que decir que, como era de esperarse,<br />
ninguno de los docentes comprometidos se hizo presente en la reunión?<br />
Ni los que querían aprovechar el episodio para inmolar a Cullen –<br />
oportunistas que llamaron por telefóno, enviaron mails y pidieron reuniones<br />
insistentemente, todo con el pretendido fin de interpelarnos éticamente,<br />
y todo con el (no menos pretendido) argumento de que nuestro silencio de<br />
hoy era incoherente con nuestra denuncia de ayer en el número 3/4, hace ya<br />
12 años–, ni el propio Cullen (ni sus seguidores/defensores) se prestaron al<br />
debate público. Exactamente igual que como hicieron en 1993, cuando sacamos<br />
el cadáver de la alacena y lo pusimos sobre la mesa del comedor. ¿Y hay<br />
que incitar la sospecha de que, en un año de elecciones en el ámbito universitario<br />
y en el ámbito nacional, ningún impoluto académico se quiso manchar<br />
el frac conversando con un grupo de estudiantes políticamente activo<br />
sobre temas tan poco filosóficos como la connivencia y legitimación con/de<br />
los militares sicarios al servicio conciente de la burguesía?<br />
Pasemos, antes que sobrevenga el vómito, al tercero de los textos. Se<br />
trata del «Mensaje leído por la abanderada de la Universidad Nacional del Comahue<br />
en la 93ª Promoción», en el que una compañera defiende la idea de que el<br />
aprendizaje universitario no se reduce a los contenidos curriculares, sino<br />
que incluye la adquisición de saberes estrechamente vinculados a las luchas<br />
sociales, los piquetes, las asambleas, las huelgas, las movilizaciones y<br />
la socialización de experiencias militantes. El cuarto y último de los textos<br />
fue escrito por una compañera de Ciencias de la Comunicación (UBA) que<br />
participa activamente de un espacio de encuentro y discusión en la Facultad<br />
de Medicina (UBA) [ver «Agenda»].<br />
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