Dossier: Louis Althusser - Dialéktica
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ARTÍCULOS VARIOS / ANTROPOLOGÍA.<br />
preferimos referirnos a la antropología como una mirada, que puede emplear<br />
instrumentos científicos o no, pero cuya finalidad es conocer/comprender<br />
la diversidad cultural. En tanto mirada, la antropología puede no<br />
concebirse como una disciplina distinguida con su objeto y métodos propios<br />
sino como una práctica que puede utilizarse en diferentes tipos de<br />
aproximaciones y construcciones de conocimiento.<br />
En este artículo intentaremos recorrer esta afirmación a partir de la<br />
problematización de cómo la antropología pretende conocer y explicar la<br />
diversidad cultural, del para qué de la producción de conocimiento y de<br />
la práctica antropológica, para luego (re)plantear qué estudia y por qué lo<br />
hace.<br />
El cómo de la antropología<br />
Como decíamos más arriba, la antropología es un particular modo de acercamiento<br />
al estudio de la diversidad humana, un acercamiento a lo que<br />
en principio le es desconocido: lo «otro». Como tal –y siguiendo la propuesta<br />
geertziana– la antropología en tanto disciplina intenta explicar –interpretando–<br />
prácticas sociales. Y lo hace a través de una práctica específica,<br />
la etnografía.<br />
Hacer etnografía no equivale solamente –como muchas veces nos<br />
han dicho y enseñado– a las técnicas que se utilizan, a seleccionar informantes,<br />
a trazar mapas de la zona, a establecer genealogías, a realizar observaciones,<br />
a anotar en la libreta de campo, a poner en práctica la<br />
reflexividad... Hacer etnografía equivale, para Geertz, a un cierto esfuerzo<br />
intelectual: una especulación elaborada en términos de descripción densa. Lo<br />
que implica que el etnógrafo tiene que ‘atravesar’ la compleja trama de significación<br />
que los hombres han construido para captarla primero y para<br />
explicarla, interpretándola, después. En esta tarea entra en juego una cantidad<br />
tal de elementos que produce un hacer etnografía que se asemejs a intentar<br />
leer (interpretar) «un manuscrito extranjero, borroso, plagado de elipsis,<br />
de incoherencias, de sospechosas enmiendas...» (1987: 24). Es por esto que<br />
debemos concebir la práctica etnográfica no tanto como una actividad de<br />
mera observación (como si sólo se estuviera fotografiando), sino más bien<br />
como una actividad de interpretación, dado que lo que se intenta hacer es<br />
desentrañar la compleja trama de sistemas de símbolos que componen la<br />
cultura.<br />
Ahora bien, según el mismo autor, las descripciones que el<br />
antropólogo elabora no son el fiel reflejo de la cultura estudiada sino que<br />
son ellas mismas interpretaciones que se realizan a partir de las interpreta-<br />
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