Dossier: Louis Althusser - Dialéktica

Artículos varios: Antropología
Entre la geometría de lo propio
y la brujería de lo ajeno
En esta sección nos encontramos con dos intervenciones que proponen recorridos
posibles a la hora de indagar y de pensar críticamente acerca de la práctica
antropológica y de sus posibilidades de transformación política. Aquí el término
«crítica» no sólo significa un explicitar los supuestos teóricos que la antropología
científica adopta como premisas de sus producciones, sino también, y fundamentalmente,
un reenviar sus productos a los contextos específicos de producción. De
este modo, la práctica antropológica es pensada en su carácter eminentemente
político, esto es, como una producción inserta en el seno de la producción social en
su totalidad. Y como práctica social la antropología se ve atravesada por aquello
que desde sus inicios puso sistemáticamente afuera: lo Otro. Poner afuera que
trajo aparejado no sólo un abordaje del Otro a través de las lentes del Mismo, sino
también un pensamiento de sí mismo como representación del Mismo al interior
de sí: la identidad por sobre el movimiento fluyente de lo singular. Nos topamos,
entonces, con dos operaciones representacionales que encuentran su fuente de
acción en una misma voluntad de dominación política del conocimiento y de la
vida. Esta homogénesis del Otro respecto del Mismo, como también la que se
opera «silenciosamente» al interior de la construcción del Mismo, tiene su efecto
político más visible en la distribución de trayectos sociales que se adecuan al campo
social codificado por el Capital. O dicho con otros términos, en la creación de
subjetividades tendientes a maximizar una economía de mercado. En este sentido,
mientras la práctica antropológica se siga pensando a sí misma en términos
identitarios, mientras aquellas/os que ponen en práctica la mirada antropológica
no puedan revisar sus propias intervenciones en relación a las «situaciones de
resistencia y de dominio presentes en toda sociedad», en fin, mientras la práctica
antropológica siga haciendo caso omiso de su condición inherente de «estropeada»,
cualquier tipo de transformación política desde la antropología quedará anulada.
Así, en las páginas que siguen se podrán leer no sólo diferentes intentos de
revisar críticamente los métodos de investigación de que se hizo la praxis
antropológica en su devenir histórico (los diversos efectos políticos que ciertas
corrientes antropológicas fueron desplegando a su manera en determinadas configuraciones
históricas del campo social), sino también, y fundamentalmente, el
esfuerzo compartido de habitar potentemente la antropología en tanto práctica
social de transformación política.
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