Libro Diálogos - Orquesta y Coro Nacionales de España - Ministerio ...
Libro Diálogos - Orquesta y Coro Nacionales de España - Ministerio ...
Libro Diálogos - Orquesta y Coro Nacionales de España - Ministerio ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
amón <strong>de</strong>l castillo | La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> diálogo<br />
muchos puristas, los más iluminados, cualquier grabación sólo podía<br />
ser un duplicado adulterado <strong>de</strong> una experiencia en vivo y en directo.<br />
Cuando Gould abandonó los conciertos y se refugió en la grabación,<br />
muchos creen que lo hizo para lograr una perfección técnica que no<br />
pue<strong>de</strong> lograrse en ningún concierto. Pero no fue exactamente por<br />
eso. Tocar <strong>de</strong> memoria era un problema <strong>de</strong> Gould (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> joven podía<br />
tocar <strong>de</strong> memoria óperas enteras <strong>de</strong> Wagner, o el Fi<strong>de</strong>lio, u obras orquestales<br />
<strong>de</strong> Schönberg y Webern); y lograr interpretaciones espectaculares<br />
podría haber estado a su alcance. Gould <strong>de</strong>jó los conciertos<br />
por angustia, seguro, pero las causas <strong>de</strong> esa angustia son más complejas<br />
que el miedo al olvido, o al error. Gould <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> tocar porque<br />
creía que dar recitales condicionaba <strong>de</strong>masiado el tratamiento <strong>de</strong> la<br />
música. Si <strong>de</strong> lo que se trata es <strong>de</strong> fabricar buena música, el asunto<br />
podía funcionar mejor utilizando un medio que permitiera al intérprete<br />
mayor control, libertad y creatividad. Repetir tomas en un estudio<br />
y montarlas (por ejemplo usar la toma 6 para abrir y cerrar una fuga,<br />
insertando entre medias la toma 8) no servía para eliminar fallos sino,<br />
más bien, para «recomponer» la música 18 . Por supuesto, a Gould se<br />
le fue a veces la cabeza, y convirtió la repetición en un acto <strong>de</strong> compulsión:<br />
por ejemplo, cuando empezó a hacer televisión, llegó a editar<br />
143 veces, casi una por segundo, su intervención <strong>de</strong> 2 minutos y<br />
43 segundos para un documental sobre Strauss 19 .<br />
18 Véanse los materiales añadidos y los comentarios <strong>de</strong> Paul Théberge, ingeniero <strong>de</strong> mezclas,<br />
sobre las llamadas «orquestaciones acústicas» <strong>de</strong> Scriabin y Sibelius producidas en los años setenta<br />
por él mismo y Andrew Kazin (Sony, 2012, edición <strong>de</strong> Andreas K. Meyer). Sobre la historia<br />
<strong>de</strong> las grabaciones, véase Mark Katz, Capturing Sound. How Technology Has Changed Music, Berkeley,<br />
University of California Press, 2004. Véase también Timothy Day, Un siglo <strong>de</strong> música grabada,<br />
Madrid, Alianza, 2002. Una maravillosa síntesis <strong>de</strong> este <strong>de</strong>bate pue<strong>de</strong> encontrarse en el capítulo<br />
«Máquinas infernales» <strong>de</strong> Alex Ross, op. cit.<br />
19 Jonathan Cott, Introducción a Conversaciones con Glenn Gould, Barcelona, Global Rhythm,<br />
2006, p. 21.<br />
|<br />
129