Libro Diálogos - Orquesta y Coro Nacionales de España - Ministerio ...
Libro Diálogos - Orquesta y Coro Nacionales de España - Ministerio ...
Libro Diálogos - Orquesta y Coro Nacionales de España - Ministerio ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ana vian herrero | El diálogo renacentista español…<br />
da en el siglo XV– y que, durante el siglo XVI, se generalizan en diversos<br />
países. De entre ellas es, para el diálogo, importante la fundada<br />
en Nápoles por Pontano a mediados <strong>de</strong>l siglo XV con el patrocinio <strong>de</strong><br />
Alfonso I <strong>de</strong> Aragón. Varios géneros adquirieron vitalidad en estos encuentros,<br />
y no era el menor el <strong>de</strong> la poesía, casi siempre en compañía<br />
<strong>de</strong> la música, pero también lo fue el diálogo. Uno <strong>de</strong> los pocos testimonios<br />
<strong>de</strong> la relación entre diálogo y aca<strong>de</strong>mias lo proporciona entre<br />
nosotros Pedro <strong>de</strong> Navarra, en dos ocasiones (las respectivas «Cartas<br />
<strong>de</strong>l autor» que encabezan los Diálogos para la preparación <strong>de</strong> la muerte<br />
y los Diálogos <strong>de</strong> los grados <strong>de</strong> perfección que ha <strong>de</strong> tener el cortesano<br />
eclesiástico). Valencia, Sevilla, Barcelona, Zaragoza, Madrid,<br />
Alba <strong>de</strong> Tormes y Granada, entre otras muchas ciuda<strong>de</strong>s, conocieron<br />
aca<strong>de</strong>mias con intereses más amplios o más específicos según los<br />
casos, pero semejantes a las italianas y francesas coetáneas. No sabemos,<br />
sobre todo en el caso español, en qué medida estas reuniones<br />
servían para convencerse unos a otros o simplemente para trabar<br />
contacto, intercambiar noticias o textos y hacer alar<strong>de</strong> o mostrar<br />
la vivacidad con las que unos contra<strong>de</strong>cían los argumentos <strong>de</strong> otros.<br />
Había temas serios, pero también –sobre todo con el paso <strong>de</strong> tiempo–<br />
eran reuniones mundanas para verse y ser vistos, para conversar,<br />
don<strong>de</strong> podía darse la nota amistosa y agradable <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong><br />
damas. Quizás no necesariamente eran discusiones con tema prefijado,<br />
como sugiere Pedro <strong>de</strong> Navarra, pero si lo fueron, sólo podrían<br />
nutrirse <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate que conocían: la disputa tradicional <strong>de</strong><br />
naturaleza escolástica a<strong>de</strong>rezada ahora, por influencia ciceroniana,<br />
con algunas noveda<strong>de</strong>s en forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>finiciones, ejemplos, anécdotas,<br />
preferencia por los temas <strong>de</strong> filosofía moral y, sobre todo, tratamiento<br />
comunicativo y vívido. La presencia <strong>de</strong> los hábitos <strong>de</strong> razonamiento<br />
escolásticos, <strong>de</strong> las «hablas colibéticas», estaba enraizada en<br />
la vida social culta y en todas las instancias, y era <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego la más<br />
familiar para los teólogos; en algunos casos emblemáticos, esas for-<br />
|<br />
83