Libro Diálogos - Orquesta y Coro Nacionales de España - Ministerio ...
Libro Diálogos - Orquesta y Coro Nacionales de España - Ministerio ...
Libro Diálogos - Orquesta y Coro Nacionales de España - Ministerio ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
carlos solís santos | El Diálogo <strong>de</strong> Galileo, un diálogo imposible<br />
riales cedían ante el protestante Gustavo II Adolfo <strong>de</strong> Suecia, quien<br />
contaba a<strong>de</strong>más con la ayuda <strong>de</strong> Richelieu, opuesto a los Habsburgo,<br />
poniendo en evi<strong>de</strong>ncia los peligros <strong>de</strong> la política afrancesada <strong>de</strong>l<br />
papa frente a la soli<strong>de</strong>z española y jesuítica. El papa, que nunca escuchaba<br />
a nadie, estaba ahora menos dispuesto que nunca a dialogar<br />
con súbditos insignificantes que planteaban problemas con temas<br />
sospechosos.<br />
Un Diálogo <strong>de</strong> sordos<br />
En mayo y junio <strong>de</strong> 1630, Galileo estuvo en Roma gestionando el permiso<br />
para imprimir su Diálogo, entrevistándose entre muchos otros<br />
con el papa, su sobrino, el car<strong>de</strong>nal Barberini, y el Maestro <strong>de</strong>l Sacro<br />
Palazzo, Riccardi, que era quien <strong>de</strong>bía autorizar la publicación <strong>de</strong> libros.<br />
Aunque todo parecía ir bien y Riccardi no osaba contra<strong>de</strong>cir la<br />
voluntad <strong>de</strong>l papa, la obra hubo <strong>de</strong> pasar una buena media docena <strong>de</strong><br />
revisiones. Un año más tar<strong>de</strong> aún había reticencias con el título que<br />
hablaba <strong>de</strong> las mareas, lo que era una <strong>de</strong>fensa positiva <strong>de</strong>l copernicanismo,<br />
así como con el prólogo, que <strong>de</strong>bía <strong>de</strong>cir que el asunto <strong>de</strong>l movimiento<br />
<strong>de</strong> la Tierra era in<strong>de</strong>cidible científicamente, y con el final, en<br />
el que se <strong>de</strong>bía exponer el argumento <strong>de</strong>l papa en el sentido <strong>de</strong> que<br />
la ciencia nunca podía concluir nada por la famosa omnipotencia divina,<br />
que podía hacer que la nieve pareciese blanca aunque en realidad<br />
fuese negra. Galileo aceptó el cambio <strong>de</strong>l título, la imposición <strong>de</strong>l prólogo,<br />
la inclusión <strong>de</strong>l argumento <strong>de</strong>l papa y todo cuanto se le exigió,<br />
como no podía ser menos; pero eso no podía engañar a nadie acerca<br />
<strong>de</strong> sus verda<strong>de</strong>ras creencias y argumentos.<br />
El diálogo con el papa era imposible, porque Urbano VIII ni era un científico<br />
ni quería saber nada <strong>de</strong>l asunto <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong> la verdad<br />
empírica, mientras que lo único que <strong>de</strong>seaba Galileo era que le permitiesen<br />
exponer sus razones, aunque fuese bajo la ficción <strong>de</strong> que no<br />
|<br />
63