BOLETIN Tomo LXVIII Núms. 277-278 Julio-diciembre
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA COLOMBIANA<br />
4. El Departamento de Lexicografía<br />
Fundado como sección en 1949 y confiado a la jefatura de don Pedro<br />
Urbano González de la Calle y luego a Fernando Antonio Martínez,<br />
se ocupó este departamento, como tarea fundamental, de los trabajos<br />
del Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana, obra<br />
que dejó inconclusa a su muerte, en 1911, don Rufino José Cuervo.<br />
En 1986 se constituyó un nuevo grupo de trabajo bajo la dirección<br />
de don Rafael Torres Quintero, quien desde la fundación del Instituto<br />
había sido uno de los principales promotores del Diccionario y quien<br />
desde la muerte del doctor Martínez coordinaba los trabajos. Ante la<br />
infausta desaparición de don Rafael Torres en 1987, me correspondió<br />
asumir la jefatura del Departamento, con el propósito de culminar la<br />
empresa para 1992 como homenaje de Colombia a la celebración del<br />
V centenario del descubrimiento de América, que coincidía con la celebración<br />
de los 50 años de la Institución.<br />
Aunque ya lo mencionamos, queremos reiterar que el Instituto Caro<br />
y Cuervo nació al cobijo de una empresa lexicográfica. La ley 5ª del 25<br />
de agosto de 1942, señalaba que uno de los objetivos era: “continuar<br />
el Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana” que<br />
dejó inconcluso, al morir en 1911, don Rufino José Cuervo. Por fortuna<br />
la ley se ha cumplido para orgullo del Instituto Caro y Cuervo, de Colombia<br />
y del mundo hispánico.<br />
Desde 1994, fecha del sesquicentenario del nacimiento del autor,<br />
ocho monumentales tomos ––los dos primeros realizados por don<br />
Rufino–– recorren el mundo, dando testimonio del trabajo cumplido,<br />
a pesar de las dificultades, vicisitudes e interrupciones<br />
que encontró el Diccionario en su<br />
largo trasegar durante 122 años (1872-1994).<br />
Regresamos. La revisión minuciosa de los<br />
documentos dejados por Cuervo permitió al<br />
padre Félix y a don Pedro Urbano plantear los<br />
lineamientos esenciales para la continuación de la magna obra. Estas<br />
son algunas palabras de don Pedro Urbano en el Boletín del Instituto<br />
Caro y Cuervo: “Me he creído y me sigo creyendo en el deber de cooperar<br />
a la realización del ideal propuesto [la continuación del Diccionario<br />
de Cuervo]. Sin duda no he podido hacerme nunca la ilusión de estar<br />
excepcionalmente capacitado para continuar la obra ingente del