BOLETIN Tomo LXVIII Núms. 277-278 Julio-diciembre
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA COLOMBIANA<br />
activa y directamente, en la causa de la Independencia, en las décadas<br />
del siglo XIX; por ello, el significado de este acto es de contenido especial<br />
e insondable para quien tiene satisfacción de llevar la palabra en<br />
estos instantes y para mi familia: suficiente recordar que el general<br />
Isidoro Barriga López de Castro, bogotano, fue mi tatarabuelo, habiendo<br />
participado con honores en la independencia las actuales Venezuela,<br />
Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, para finalmente radicarse en Quito,<br />
debido a su matrimonio con Mariana Carcelén, la Marquesa de Solanda.<br />
En mi ancestro bogotano figuran también otros personajes de iguales<br />
resonancias pertenecientes a la casa de los Barriga López, como<br />
Valerio Francisco, Joaquín y Tomás, o emparentados directamente, como<br />
Antonio Ricaurte Lozano, el héroe de San Mateo, o Manuel Villavicencio,<br />
el patriota de la primera República Granadina: ambos, en su<br />
debido momento, estuvieron casados con la heroína Gabriela Barriga.<br />
Pero qué puedo decirles respecto a estos temas, si ustedes saben más,<br />
sobre la historia de este admirable país.<br />
Como podrán apreciar, ineludiblemente tengo que hacer referencia<br />
en este discurso a mi familia, con el único anhelo de resaltar nuestras<br />
existentes y centenarias vinculaciones colombo-ecuatorianas, originarias,<br />
hondas y sentidas, que siguen manteniendo, rejuvenecidas, con<br />
cada minuto que transcurre en el de profundis de la vida, cuando existe,<br />
cual es este caso, identidad, valoración y sentimientos genuinos. De<br />
allí que finalmente, en este cauce, permítaseme hacer referencia a mi<br />
hermano Leonardo que inició su carrera de diplomático profesional<br />
precisamente en Bogotá donde permaneció, por aproximadamente diez<br />
años (1972 a 1981), como Agregado Cultural de la República del Ecuador:<br />
cumplió funciones de reconocido acercamiento entre ambos países;<br />
además, publicó libros de su autoría sobre Literatura, Historia y<br />
Derecho Internacional, amén de escribir en periódicos como El Tiempo,<br />
El Siglo, La República o El Espectador, entre otros. Se guarda especial<br />
memoria de su alternancia con intelectuales colombianos, muchos<br />
de ellos nuestros amigos personales, como Gabriel García Márquez,<br />
Alfredo Vásquez Carrizosa, Germán Arciniegas, Plinio Apuleyo Mendoza,<br />
Otto Morales Benitez, Jorge Rojas, Dario Samper, Álvaro Gómez Hurtado,<br />
Héctor Ocampo Marín, Rafael Bernal Medina, Juan Gustavo Cobo<br />
Borda, Elisa Mújica, J. Mario y cuantos otros más. Participé en tertulias<br />
con algunos de estos personajes, amén de disertar, años después, asimismo<br />
en Bogotá, en centros académicos, como en la Academia Diplomática<br />
de San Carlos, del Ministerio de Relaciones Exteriores, junto al<br />
catedrático e internacionalista Franklin Barriga Bedoya, mi hijo.