Un invitado inesperado Shari Lapena
Libro de suspenso completo
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coger la lámpara.
—No, deja que vaya yo primero —insiste Bradley empujando a su padre para
pasar con la luz.
Las escaleras de madera crujen cuando bajan. Los escalones no tienen
tablones posteriores ni tampoco barandilla. Beverly mantiene la mano pegada
a la pared de piedra desnuda para mantener el equilibrio. Cuando llega al
final de la escalera, es como si entrara en otro siglo. Unas gruesas y pesadas
vigas de madera soportan el techo. Los muros de los cimientos son de piedra.
—Medio metro de grosor —explica Bradley señalando hacia ellas con tono
despreocupado.
Beverly mira, impresionada, la piedra encalada. La pintura se está
desconchando.
—¿Hay ratas aquí abajo? —pregunta. Probablemente las haya. Beverly siente
terror por las ratas. Están en medio de la naturaleza y el sótano queda justo
debajo de la cocina.
—Nos ocupamos de ellas —dice Bradley—. No se preocupe.
—¿Cómo? —pregunta Henry.
—Con warfarina —responde James cortante, y la inquietud de Beverly
aumenta.
James parece incómodo con el hecho de que sus huéspedes estén
descubriendo el estado tan primitivo del sótano y de que puedan encontrar
ratas. No tiene nada que ver con el lujoso hotel que hay arriba. Debe de
sentirse como si se hubiera quedado en ropa interior delante de ellos, piensa
Beverly.
Ve un tosco estante de madera empotrado en la pared de piedra que debe de
estar allí desde que se construyó el edificio. Está vacío. Bradley se da cuenta
de que ella lo está mirando.
—No usamos mucho el sótano —le explica Bradley—. Lo tenemos todo en la
despensa de arriba.
Beverly lanza una ojeada por el ancho espacio. El suelo de cemento es
irregular. Hay pequeñas ventanas en la parte superior de la pared. Llama la
atención un panel eléctrico por su limpieza y su estado tan nuevo. La caldera
es también relativamente reciente.
—Aquí no hay nadie —observa David asomándose por detrás de la caldera.
—Aún no hemos terminado —replica Bradley. Se acerca a la parte posterior
del sótano y entra por otra apertura que hay a la derecha—. Aquí dentro están
las cisternas —indica con una voz que parece alejarse.