Un invitado inesperado Shari Lapena
Libro de suspenso completo
Libro de suspenso completo
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
—Sí, tuvimos una discusión esa noche, pero no fue nada grave. Solo un poco
de tensión, los nervios de la boda, ya sabe. A ella le resultaba estresante.
—¿Qué es exactamente lo que le resultaba estresante?
—Los preparativos de la boda. Tratar con mi familia. Pueden ser un poco…
difíciles. Intimidatorios.
—¿Su familia no estaba contenta con la boda?
—Yo no lo diría exactamente así. —Aparta la mirada—. Mi madre no estaba
cien por cien a favor, pero yo quería a Dana. Y mi madre sabía que me iba a
casar con ella.
—De acuerdo.
—Yo no la he matado. Ni a ninguno de los otros —dice con tono hostil.
—Pero podría haberlo hecho.
—¿Qué?
—Podría haber cometido todos los asesinatos. No hay nadie que pueda
asegurar haber estado con usted cuando mataron a ninguna de las víctimas.
—¿Por qué demonios iba a hacerlo?
—No lo sé. Dígamelo usted.
Él la mira, consternado.
—¿Por qué saldría su prometida de la habitación en mitad de la noche?
—Yo… no lo sé.
—Ha admitido que discutieron. ¿No fue detrás de ella y, quizá, en un
momento de rabia, la empujó por las escaleras? ¿Y luego, una vez que no
hubo vuelta atrás, cuando vio que no estaba muerta, no tuvo más remedio que
golpearle la cabeza contra el último escalón? —Sabe que está siendo bastante
dura. Quiere ver su reacción.
—¡Dios mío, no! —La mira horrorizado—. ¡Yo no la maté!
—Y luego, puede ser que alguien de aquí lo supiera. Puede que alguien lo
descubriera. Quizá Candice supo qué es lo que había hecho, o lo sospechó, al
menos. O puede que Bradley viera algo. ¿Alguno de ellos trató de
chantajearle?
—¡No! ¡Eso es atroz! —consigue decir.
—¿Lo es?