Un invitado inesperado Shari Lapena
Libro de suspenso completo
Libro de suspenso completo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
—Candice White estaba escribiendo un libro.
—Sí —confirma David—. Eso es lo que dijo.
—¿Sabe sobre qué era?
—No tengo ni idea —contesta él con incomodidad—. No lo dijo. —Y añade—:
Ninguno de nosotros había oído hablar de ella. —Siente que se viene abajo.
Ha llegado el momento, piensa.
—Usted sigue bajo sospecha por el asesinato de su esposa, ¿no es así?
—No.
—Eso no es del todo cierto, ¿no? —insiste.
Él la mira con rabia.
—No sé qué espera que le diga. Me detuvieron y luego retiraron los cargos,
como estoy seguro de que ya sabe. Había pruebas insuficientes para
continuar. Por lo que a mí concierne, ahí acaba todo. Ya no me considero
objeto de investigación.
—Pero sí que lo es, por supuesto. Estas investigaciones no acaban sin más,
¿no es cierto? Solo porque no haya suficientes pruebas para encerrarle ahora
no significa que no se le pueda atrapar más adelante. —Hace una pausa—. Un
buen agente de policía no se rinde nunca. Debería saberlo. Simplemente,
siguen adelante de forma más discreta.
—¿Qué quiere decir? —pregunta él con tono de enfado.
—Solo me pregunto si tenía miedo de que alguien escribiese un libro sobre
usted. Y también me pregunto qué es lo que Candice tenía que decir respecto
al asesinato de su esposa.
—Eso es ridículo. Ya se lo he dicho. Nunca he oído hablar de ella. No estaba
escribiendo ningún libro sobre mí. —Siente que se marea y el corazón se le
acelera. Sabe que no asesinó a Candice. Ni a ningún otro. Esta mujer va muy
desencaminada.
—Eso espero yo. Pero me ha llamado la atención saber que Candice White es
conocida como autora de libros sobre crímenes reales.
David se siente palidecer.
—En cualquier caso, solo es cuestión de tiempo hasta que podamos acceder a
su ordenador portátil y, entonces, lo sabremos —dice ella—. Eso es todo por
ahora. Puede marcharse.