Un invitado inesperado Shari Lapena
Libro de suspenso completo
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Por un momento, cree que él no le va a hacer caso, que va a fingir que no la
ha oído. Está a punto de repetir lo que ha dicho en voz más alta, pero, en ese
momento, él se inclina hacia ella. Puede ver su rostro, decidido, bajo el
resplandor de la lámpara de aceite.
—¿Qué es lo que crees saber? —responde él en voz baja. Pero no susurra.
Riley nota cómo Gwen se pone en tensión a su lado. Gwen coloca una mano
sobre su rodilla para que se controle, por debajo de la manta, pero ella no le
hace caso.
—Sabía que había oído antes tu nombre, anoche, pero no recordaba de qué.
Sin embargo, no he dejado de pensar en ello hasta que, esta mañana, me he
acordado. —Ya no susurra. Es consciente de que los demás, que ahora están
alertas, la están escuchando. Él la mira, esperando a que ella lo diga. Y así
hace—: Eres el abogado al que detuvieron por asesinar a su esposa.
De repente, el silencio alrededor de la chimenea toma otro cariz. Está
cargado con la sorpresa de los demás al oír esto por primera vez.
—Me arrestaron y me soltaron —responde él de forma tajante.
—Así que sí que eres tú —sisea Riley con satisfacción. Le gusta tener razón.
Se gira para mirar a Gwen y regocijarse. Pero Gwen le devuelve la mirada con
algo parecido al odio en sus ojos, lo cual la desconcierta por un momento—.
¡Te lo dije! —exclama Riley.
—Retiraron la acusación —dice David con más firmeza—. No fui yo. —Ahora
está mirando a Gwen para examinar su reacción.
—Solo porque retiraran los cargos no significa que no lo hicieras —insiste
Riley—. Lo único que significa es que no creyeron poder demostrarlo. —
Sonríe con satisfacción y añade con desprecio—: Siempre es el marido.
—Cállate —dice Gwen.
Riley la mira, sorprendida.
—Te estoy haciendo un favor. Te advertí que este tío no era trigo limpio.
—Dice que no fue él —insiste Gwen.
—Ah, ¿y tú le crees? —pregunta Riley con sarcasmo.
—¿Asesinaron a tu esposa? —pregunta Lauren mirando a David con sorpresa.
—Sí —confiesa David—. Pero no fui yo.
Hay una pausa prolongada de estupefacción mientras todos asimilan lo que
han oído.