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Malanga la novela

Novela costarricense posmoderna, fragmentaria sobre una república imaginaria que dice ser un paraíso, pero tiene los conflictos ordinarios de toda sociedad del siglo XXI: doble moral, facilismo, droga, violencia, autoestima y, acaso, el narcoestado. Es una novela pastiche que procura hablar sobre el ser contemporáneo. Su correlato habla de un mundillo literario plagado de oportunistas y tramposos y reflexiona sobre la escritura. La novela está escrita en clave de humor negro.

Novela costarricense posmoderna, fragmentaria sobre una república imaginaria que dice ser un paraíso, pero tiene los conflictos ordinarios de toda sociedad del siglo XXI: doble moral, facilismo, droga, violencia, autoestima y, acaso, el narcoestado. Es una novela pastiche que procura hablar sobre el ser contemporáneo. Su correlato habla de un mundillo literario plagado de oportunistas y tramposos y reflexiona sobre la escritura. La novela está escrita en clave de humor negro.

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modo, decido consignar en este apunte, la versión que

más meritoria considere.

Al bajar la zona rosa del centro, están los travestis. En

consecuencia, se detienen algunos carros, ya entrada la

noche. Lo hacen con prisa para evitar una cámara, una

vergüenza. No obstante, esos muchachos llegan

temprano: han de ser las siete y ya están copando las

esquinas.

Ha terminado la trasmisión del noticiero y ahora

escucho hablar de fútbol, comentarios, goles grabados y

cuñas comerciales.

Esta ruta está un poco más fluida y poco hay que ver.

La ciudad, cuando empieza a anochecer, tiene barriadas

escandalosas y otras que son necrópolis de neón, llenas

de ausencia. Parece que no viviese nadie, parece una

maqueta de coloridos sucios cartoncillos.

Dije que yo no abría la ventanilla y no es cierto. Lo hago

cuando está buena, pero no ahora. Ya una vez, se ha

quemado la botonera y salió caro. Ahora, un cortocircuito

lo impide de nuevo. Hablo con el mecánico y me sugiere

ponerle un botoncito adicional en el marco de la puerta

para que el vidrio suba. Estoy acostumbrado a ciertos

remiendos. Apoyo la idea, pero quedamos de parar el

vehículo a fin de mes.

Tampoco es culpa del mecánico aplicar esas ideas

atroces y funcionales sobre el perol. Antes, cada vez que

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