18.07.2023 Views

Malanga la novela

Novela costarricense posmoderna, fragmentaria sobre una república imaginaria que dice ser un paraíso, pero tiene los conflictos ordinarios de toda sociedad del siglo XXI: doble moral, facilismo, droga, violencia, autoestima y, acaso, el narcoestado. Es una novela pastiche que procura hablar sobre el ser contemporáneo. Su correlato habla de un mundillo literario plagado de oportunistas y tramposos y reflexiona sobre la escritura. La novela está escrita en clave de humor negro.

Novela costarricense posmoderna, fragmentaria sobre una república imaginaria que dice ser un paraíso, pero tiene los conflictos ordinarios de toda sociedad del siglo XXI: doble moral, facilismo, droga, violencia, autoestima y, acaso, el narcoestado. Es una novela pastiche que procura hablar sobre el ser contemporáneo. Su correlato habla de un mundillo literario plagado de oportunistas y tramposos y reflexiona sobre la escritura. La novela está escrita en clave de humor negro.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Estábamos con Sara. Lo que ella no sabe, pero nosotros

tenemos claro, no por investigación, sino porque me

viene la real gana soltar el spoiler, es que uno de los

dieciocho tipos que le ha escrito es cabeza del grupo que

lava dinero bajo esas sociedades fantasma que tienen a

un pordiosero como presidente de su junta directiva.

En el perfil del empresario, que comparte un apellido

común pero afamado, hay un yate, hay piscina, hay

ambiente de parranda. Asegura tener treinta y tres años lo

que contrasta con su cutis de momia y su apariencia

cacreca. Mira el apellido y se dice a sí misma que, si pasa

ese perfil al equipo para que lo investigue, tendrá, a lo

menos, un regaño.

El tipo ha sido un par de veces candidato a la

presidencia, desde agrupaciones diferentes. Primero se

presentó como outsider — un político sin pasado — pero

en pocos meses se supo que anduvo en el servicio

diplomático, gracias a ser argolla de otro partido político,

al que jura no haber pertenecido.

Esa vez, fracasa. También en la segunda. Nada mejora

en popularidad; lo que descubre es el negocio de alquilar

el partido como plataforma. Comprende que nunca

llegará a un cargo, pero que hay, entre los vividores de la

función pública, clientela de sobra para meter al banco

regularmente cheques medianos y grandes.

38

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!