18.07.2023 Views

Malanga la novela

Novela costarricense posmoderna, fragmentaria sobre una república imaginaria que dice ser un paraíso, pero tiene los conflictos ordinarios de toda sociedad del siglo XXI: doble moral, facilismo, droga, violencia, autoestima y, acaso, el narcoestado. Es una novela pastiche que procura hablar sobre el ser contemporáneo. Su correlato habla de un mundillo literario plagado de oportunistas y tramposos y reflexiona sobre la escritura. La novela está escrita en clave de humor negro.

Novela costarricense posmoderna, fragmentaria sobre una república imaginaria que dice ser un paraíso, pero tiene los conflictos ordinarios de toda sociedad del siglo XXI: doble moral, facilismo, droga, violencia, autoestima y, acaso, el narcoestado. Es una novela pastiche que procura hablar sobre el ser contemporáneo. Su correlato habla de un mundillo literario plagado de oportunistas y tramposos y reflexiona sobre la escritura. La novela está escrita en clave de humor negro.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

sus pares que, si llegan en horda, lo malmatan. También

están esos pipis que andan como locos por la droga y

asaltan en bandada a los mugrosos, para robarles las

piedras.

Esos hasta matan.

Pero no. La noche fue tranquila, sin mucho ruido, sin

lluvia y sin policías. Ya lo habían pelado; si lo hubiesen

encontrado, lo castigan por no dar cuota. Camina allí, por

la Zona Industrial 4821, hacia los callejones, detrás de

las fábricas. La cosa es encontrar en las primeras horas

de la madrugada a otro más jodido, y alzarse con la droga

o los pesos que tenga.

De cualquier manera, a eso de las nueve, está

desayunando bien en el mercado. Como es un lugar

popular, su ropa vieja y su pinta demacrada no le

cuestionan ni segregan.

Luego se dirige al punto de trabajo de siempre. Cien

metros más o menos, en torno al semáforo del cruce. No

espera un buen día, porque no son tan frecuentes. Sólo

pide suerte, a ver qué negocio hace para asegurar la noche

bajo techo.

Tampoco espera la visita de uno de esos carros, que le

llevan a cerrar tratos breves. Ya había transado tres

piedras esa mañana, mientras fingía hacer el día con la

venta de paletas de dulce. El sol pica mucho y las presas

son de rigor.

34

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!