Informe ESI Faur
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La estrategia de formación docente muestra ser un acierto en el objetivo de ampliar la implementación<br />
de la Educación Sexual Integral. La reflexión personal y grupal, en un clima<br />
de respeto y confianza, resulta una condición indispensable para apropiarse de la propuesta<br />
de la <strong>ESI</strong> y para revisar y reorientar las prácticas docentes. Asienta el terreno para<br />
una mayor comprensión de los conceptos, los lineamientos curriculares de <strong>ESI</strong> y de sus<br />
sentidos, y la apropiación de los materiales para el trabajo en el aula. Al mismo tiempo, la<br />
metodología de las jornadas pone en juego la valoración de la palabra como recurso pedagógico<br />
para la implementación de la <strong>ESI</strong>, un logro que se comprende en su profundidad<br />
al ponerse en diálogo con la forma en la cual los y las docentes llegan a la capacitación, y<br />
sus representaciones cargadas de silencios y mitos frente a la sexualidad, y sus resistencias<br />
frente al proceso de enseñanza-aprendizaje de la <strong>ESI</strong>. La metodología de los talleres<br />
facilita el examen de las propias creencias, representaciones y prácticas que docentes y<br />
directivos expresan frente a la <strong>ESI</strong>, como perspectivas que con frecuencia contrastan con<br />
(y son interpeladas por) las escenas que irrumpen en las escuelas del siglo XXI, y que requieren<br />
otro tipo de intervenciones, vinculadas con la responsabilidad docente de ofrecer<br />
respuestas a las necesidades y demandas contemporáneas, en el marco de respeto del<br />
derecho a la <strong>ESI</strong>. Todo esto se torna una condición ineludible para incorporar los recursos<br />
pedagógicos que abonarán a la efectiva implementación de la Ley 26.150.<br />
Finalmente, se reconoce y valora el contexto legal que responsabiliza a las escuelas<br />
en la implementación de la <strong>ESI</strong>, así como el compromiso político de los ministerios<br />
nacional y provinciales como “aval” al trabajo sobre la <strong>ESI</strong> que algunos y algunas venían<br />
desarrollando en sus ámbitos: “Hace años que vengo trabajando esto, pero saber que<br />
desde ahí adelante (se refiere a las autoridades) están avalando lo que hago, es un mimo<br />
al alma”.<br />
En definitiva, queda la certeza de que quienes participaron han podido dedicar al<br />
menos tres días completos para formarse en la Educación Sexual Integral junto con sus<br />
colegas, en un espacio que permitió la circulación y el análisis de mitos, dudas, marcos<br />
cognitivos y valorativos. Y que, concluida la capacitación, los y las docentes se sienten<br />
más “preparados” para el desafío de implementar la <strong>ESI</strong> en sus escuelas.<br />
Por último, es necesario reconocer que hay aspectos que no se pueden evaluar<br />
mediante el análisis cualitativo del proceso formativo y que requieren de otros instrumentos<br />
analíticos para ser ponderados. A saber: ¿En qué medida la <strong>ESI</strong> está llegando<br />
efectivamente a las aulas luego de la capacitación? ¿Se ha plasmado este aprendizaje en<br />
la tarea docente? ¿Cómo fue recibida la jornada institucional por parte de sus colegas?<br />
¿Se pudo multiplicar el proceso formativo? ¿Qué cambió en las escuelas en la relación<br />
entre pares, con las familias y con el alumnado? ¿De qué forma se están abordando los<br />
distintos contenidos? ¿Se está alcanzando la transversalidad de la <strong>ESI</strong>? Las respuestas<br />
a muchos de estos interrogantes se abordan en el análisis de la encuesta aplicada a<br />
docentes y directivos, que se presenta a continuación. Otros, quedan planteados para el<br />
desarrollo de futuras investigaciones.<br />
Balances y desafíos de la implementación de la ley (2008-2015)<br />
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