Descarga gratuita en PDF - El Taller del Poeta

1980, sabe de quien hablo, y de la que guardo un recuerdo muy terrorífico de sus gritos y de su garganta enrojecida a
punto de estallar de rabia contra aquellos pobres niños que sin duda eramos en el encerado, y de aquel pánico que le
teníamos a sus positivos y negativos, a sus exámenes, aunque yo durante los tres años que por desgracia para mi, me
dio clase de matemáticas, concretamente en la segunda etapa de la EGB, casi siempre saque bastantes buenas notas con
ella, ESO SI SUFRIENDO EMOCIONALMENTE MUCHO, ALGO QUE NO PUEDEN REFLEJAR LAS ACTAS
OFICIALES del libro de escolaridad que guardo desde los tiempos de otro profesor, en primero de Educación general
básica, en 1979, después de venir del colegio nacional de Barro, donde había niños que a veces no podían ir a clase de
párvulos porque no tenían ropa que ponerse, algo que no podía sucederle bajo ningún concepto a ningún niño que
tuviese como maestro a dicha persona, insigne bestia, el cual pegaba físicamente hablando a niños de seis y siete años,
sin ningún tipo de piedad, lo que demuestra que hay mucha gente que ha ejercido e incluso ejerce profesiones que
están completamente contraindicadas para su trastornada y compleja mente egótica, Y QUE PARA LA PSIQUIATRÍA
OFICIAL PASARÍAN POR SER UNOS Y UNAS VIOLENTAS MUJERES Y PROFESORAS CON UN SEVERO
TRASTORNO DE PERSONALIDAD DE TIPO ESQUIZOIDE y paranoico.
Esto mismo le pasaba a algunas de las profesoras que tuve que soportar en el Bachillerato, pero como uno era ya
un poquito más mayor, ya suponía que podía pasar por ello, en concreto, la profesora de matemáticas de 1º de Bup,
aunque la de 2º de Bup, fuera algo más que insoportable, PERO COMO NO FUERON LOS TRES AÑOS DE LA DE
MATEMÁTICAS de la segunda etapa de la Educación general básica en la Junquera, QUE FUE SIN DUDA
ALGUNA, LA MÁS NEFASTA PROFESORA QUE HE TENIDO EN MI VIDA, no tanto como la que me dio inglés
en 3º de BUP, en el instituto da Xunqueira nº1, todas ellas mentes completamente no enfermas, desde un punto de vista
de la psiquiatría oficial, la cual, nunca se mete en temas burocráticos, pero que eran personas que nunca debieron estar
donde han estado y que me parece que siguen estando en los dos últimos casos, reflejo de que el sistema social y
administrativo siempre suele premiar lo peor.
Todo esto se refleja también en el caso español o madrileño, y en el caso del llamado galleguismo o
compostelanismo, ya que la ciudad de Pontevedra y su área de influencia y las demás restantes ciudades dependen
políticamente, de lo que en esos sitios se decida, ya que por ejemplo en el caso santiagués, he tenido profesores
universitarios, algunos de ellos muy estirados, pero sobre todo profesoras expertas en dar portazos, en despreciar a los
alumnos con malos modos, y con constantes malas miradas, y a las que luego se premia por este absurdo e injusto
sistema social en el que vivimos, con una cátedra de Derecho por dar buenos portazos en la cara de sus alumnos, y con
ello también a todas las demás titulares de universidad, y un largo listado de profesores varones, por ser cómplices o
entregarse calladamente a favorecer dichas injusticias.
Con todo esto, no quiero decir que en Pontevedra, la gente esté formada de una pasta especial, en principio,
porque yo ya tengo echo algún informe sobre la realidad social y politológica de Pontevedra, que están por ahí
desperdigados, incluso algunos deben de andar por la Casa Real y otros por la Uned de Pontevedra, dirigida por otro,
que como muchos otros y otras antes, y los que vendrán, sólo miran por su bolsillo, y sin que nadie diga nada, y sin que
nadie les preste la más mínima atención a todos estos funcionarios tan prestigiados por una sociedad aburguesada, que
como la pontevedresa les da todo, incluso más de un sueldo o de dos sueldos, sin pedir casi nada a cambio, por lo que
visto lo visto, en Pontevedra, hay el mismo desinterés por parte de los ciudadanos, como en todos los lados, sobre todo,
por los que son más jóvenes, que debían estar en Pontevedra, denunciando a estas maltratadoras y maltratadores, como
ya queda reflejado por mi experiencia en la Educación general básica, hoy enseñanza infantil y primaria, y en el caso
del bachillerato, ya que podría decir bastantes nombres de maestras y profesores de Pontevedra que son unos bestias,
sin que ellos lo sepan, pero prefiero callarme, porque si alguien hipotéticamente leyera su nombre aquí, no le gustaría
por unos breves instantes, a su descansada conciencia de jubilado, jubilación por cierto, pagada por los pringados de
sus alumnos con la sola asistencia a clase, ya que sin estos alumnos, este sistema educativo inventado por quienes viven
del, se vendría abajo, alumnos que por cierto, siguen siendo considerados por esta atrasada y falsísima democracia
juancarlista, que más bien parece una dictadura, y la que supongo que heredará su hijo, el hipotético Felipe VI, como
no unos trabajadores más.
Y eso que cuando se levantan a las cuatro de la mañana para estudiar un examen, no lo hacen por gusto, sino que
de aquella si se hace y es por propia experiencia, es porque se piensa sinceramente que se va a ver recompensado uno
en un futuro no muy lejano, con una mayor calidad de vida, aunque lo que se está viendo es todo lo contrario, ya que
en muchos casos, y el mío es uno de ellos, no es así, sino que nosotros sólo le hemos servido a los que cobran del
sistema, ya que en el fondo, es sólo por el bien futuro de muchos funcionarios de este sistema corrupto, que aparentan
trabajar, pero lo único que hacen es transmitir unos conocimientos, en muchos casos obsoletos, y que no sirven ni para
la vida práctica, y en muchos casos, ni para uno mismo, tan sólo para que la frustración personal vaya en aumento.
Toda esta gente, no se quiere dar cuenta de que si no hubieran tenido alumnos, ellos no podrían estar disfrutando
de los derechos que esta dictatorial Constitución monárquica e hipócrita de 1978, les concede aún por encima casi
como unos privilegios, por no hablar de casos como el de muchos catedráticos, y sus respectivos lugartenientes, que
son ejemplos de cómo tener un supuesto prestigio engañando a chavales de dieciocho años, para que hagan una carrera
como la de Políticas, que al final de tanto esfuerzo personal, incluso el económico de tener que vivir en la ciudad de
Santiago, ciudad que sin duda, se aprovecha y hace negocio a costa de una gente cargada de ilusión por comenzar una
carrera y sin que sus padres, muchas veces, cómplices del sistema, le avisen de lo que le espera, es decir, de mucha
gente mala, disfrazada de buena persona y de mucho personaje que disimula un supuesto prestigio académico, pero
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