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De hecho, una forma de huir de si mismo, es decir, de la realidad que le toca vivir a cada individuo
humano, es con toda clase de vicios escapistas, como puede ser la bebida, el alcohol y las drogas de todo
tipo, la conducción irresponsable, toda clase de obsesiones compulsivas, como el jugar o el fumar
compulsivamente, convirtiéndose en un ritual que el individuo humano, por causa de su Ego, se ve
obligado a repetir, para retener el pensamiento en un objeto o en una acción, para enfrentar el miedo a la
vida, es decir, el miedo que tiene el Ego de cada individuo humano a morir, o a desaparecer físicamente
del planeta tierra.
Por tanto, una forma de huir de uno mismo, es el desahogo sexual compulsivo, por el que el
individuo busca huir de si mismo, después de descargar una energía sexual, que sin embargo, necesita
como el aceite de un coche, aunque aparente estar relajado.
Con este desahogo sexual compulsivo, lo que se está haciendo, sin que el individuo humano
protagonista lo sepa, por causa de su Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, que siempre vence
sobre la claridad de la luz de la conciencia, es obstruir y por tanto hacer inactivos los dos canales astrales
que existen, pero que no se ven, es decir, no son palpables y comprobables bajo la lógica que impone el
método de la ciencia oficial.
De hecho, estos dos canales astrales, que existen, aunque no se vean con los ojos físicos del
científico oficial, circundan el cuerpo humano en forma de ocho, que es lo que se denomina como el
caduceo de mercurio, y a través de ellos, la energía sexual es como un volcán, es decir, lo que es el agua
sexual o semen, se transforma en vapor de agua, que es la energía sexual transmutada, que da capacidad
al chacra o ruedas de energía del cerebro y del corazón, y por lo que el individuo humano va poco a
poco sintiéndose mejor, es decir, va viendo nuevas capacidades que antes parecía no tener.
De esta manera, el individuo humano se va haciendo poco a poco más sensible en la percepción de
la importancia de estos dos canales astrales, al contrario de lo que sucede cuando hay un desahogo
sexual compulsivo, por el que el individuo humano se hace obtuso a estas consideraciones tan sensibles,
dando paso al Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano, que densifica la
energía mental que tiene cada individuo humano cuando se relaciona consigo mismo y por tanto también
la relación con sus semejantes.
Por tanto, cada fosa nasal, corresponde a uno de los dos canales astrales, y aunque aquí entra la
imaginación para entender en la práctica como funcionan estos dos canales astrales, lo cierto, es que no
hay que dejarse llevar por el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, sino que hay que luchar por
intentar unir la imaginación y la buena voluntad para comprenderlo, en estos breves instantes, pero
siempre que venza la claridad de la luz de la conciencia.
Pero esta comprensión que necesitan en la práctica los dos canales astrales para entender su
funcionamiento, y que señala que no hay que dejarse llevar por el Ego del trasfondo oscuro de la mente
interior de cada individuo humano, sino que hay que luchar por intentar unir la imaginación y la buena
voluntad de la conciencia para comprender el funcionamiento de los dos canales astrales, se viene abajo,
cuando aparece la soberbia de los científicos oficiales y dicen sin comprobarlo, que la idea de Dios
como objeto de investigación y conocimiento, tiene menos importancia de lo que la sociedad le da.
Además, estos científicos oficiales, prefieren intentar penetrar en la conformación del origen de la
vida, aunque en su opinión de supuestos expertos, se atrevan a afirmar sin los datos comprobables
necesarios de los que ellos tanto hablan, como condición sine qua non para considerar un conocimiento
como científico, que la idea de Dios se origina en una etapa de la evolución de la vida humana, en el que
las religiones como conocimiento dogmático, cumplen una función social de consolar al individuo
humano, ante las miserias de la vida, ya que el hombre totalmente desprotegido, puede desde esos
momentos contar con una explicación, aunque estos científicos oficiales denuncien como si con ellos no
fuera, que los pensamientos que no son los suyos, son todos dogmáticos e ideológicos, ya que según
estos científicos oficiales, su método científico, es todo, menos dogmático e ideológico.
De hecho, estos científicos oficiales de inicios del tercer milenio, que juegan muchas veces con sus
investigaciones, a despistar al individuo humano honesto y coherente con su conciencia, el cual recurre a
sus supuestos infalibles y únicos conocimientos que considera como los únicos verdaderos, siguen en
este tercer milenio, adorando a Darwin sobre todas las cosas, ya que supuestamente usó en sus
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