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de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, ya que incluso, si hace falta, los tergiversa o
niega, sin importar si se engaña a si misma como conciencia.
Esto es lo que quiere que suceda siempre, el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada
individuo, quien le corresponde definir, porque es lo que busca a toda costa, la sensación de identidad
personal, que tiene cada individuo humano.
De hecho, este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano, actúa de
sintetizador de cada identidad individual, siendo el que regula el egocentrismo de cada individuo
humano, por el que el Ego del trasfondo oscuro, es un yo de sentido dubitativo, y por tanto interpreta la
realidad en sentido conflictivo, pero a la vez, es un yo protagonista, que se ve a sí mismo, como si fuera
el único realmente existente.
De aquí el motivo de que este yo, se vea así mismo, como un yo al que lo único que le importa es
poder sobrevivir, exigiendo por eso al Ego colectivo y público de este Ego del trasfondo oscuro, que es
el Ego que construye y pone en marcha la ley de la vida cotidiana, que luche lo más que pueda, para
ofrecerle las mejores y más fáciles condiciones de vida, cuestión que no compete a este Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, sino a cada Ego del trasfondo oscuro de la mente
interior de cada individuo humano.
Por todo esto, es desde este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo
humano, que es un yo de sentido dubitativo, que interpreta la realidad en sentido conflictivo, desde
donde se origina la permanente necesidad que tienen los individuos humanos de buscar siempre dentro
de si mismo, todo aquello que consideran que no poseen.
Es decir, ningún individuo humano, por causa de su Ego del trasfondo oscuro de la mente interior,
está casi completamente satisfecho del todo, tanto con lo que es como con lo que tiene, y aun
aparentando serlo o tenerlo, una autoestima bien lograda, nunca se puede basar en lo que uno es, o
quiere tener, desde el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, dado que se corre el riesgo de
deprimirse y desilusionarse.
Todo esto puede originar, en un individuo humano de deficiente autoestima, un daño permanente,
ya que su Ego del trasfondo oscuro se ve muy afectado, mientras que un individuo humano, con alta
autoestima, es capaz de construir la interpretación de aquello que se le impone a su yo individual, es
decir, a su Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, desde el Ego que construye y pone en marcha
la ley de la vida cotidiana, de la manera que mejor le convenga en cada momento y caso concreto.
Por otra parte, aunque lo parezca, hay quienes dicen que nunca es el Ego de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mi, quien impone a lo que yo quiero del mundo, es decir, al Ego del trasfondo
oscuro de la mente interior de cada individuo humano, lo que tiene que hacer, sino al revés, es decir, hay
quienes consideran que es el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano,
quien impone al Ego que construye y pone en marcha la ley de la vida cotidiana, todo aquello que
quiere que se haga.
De aquí se deriva el problema de quien define lo que es el concepto de normalidad, tanto para el
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, es decir, para el Ego de la sociedad, como
para el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano, estando claro sobre
todo, en el primer caso, es decir, para el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, ya
que es un concepto de normalidad, que se puede traducir por lo habitual, por lo que hay que hacer
porque es lo evidente, como lo bien hecho, es decir, es la norma social a seguir, dado que es lo que hace
la inmensa mayoría.
De hecho, esta inmensa mayoría, es la que vive dentro del Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mi, y por tanto dentro de un mundo predecible lleno de normas, las cuales se
encuentran por debajo, haciendo como de base de este concepto de normalidad, es decir, subyacen por
debajo de este concepto de normalidad, que construye y pone en marcha la ley de la vida cotidiana.
No obstante, este concepto de normalidad, que se construye y pone en marcha desde el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, es un concepto de normalidad que cuesta mucho
cambiar, porque la normalidad del Ego que construye y pone en marcha la ley de la vida cotidiana, es
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