Descarga gratuita en PDF - El Taller del Poeta

De esta forma, esta realidad o vida cotidiana, construida y puesta en marcha por el Ego del
trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano, se convierte en una creencia
dogmática, y por la cual se exclama que no hay otra creencia, sabiendo de antemano que no puede darse
otro vivir un poco más humano, por causa de este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada
individuo humano, dado que aunque haya voluntad de otro tipo de vida, por parte de la claridad de la luz
de cada conciencia, lo cierto, es que el Ego de cada individuo humano, que construye y pone en marcha
la ley de la vida cotidiana, prefiere la vida cotidiana de siempre, eso si, siempre que no esté exenta de la
recompensa de la gloria, o de la fama si se encuentra, dado que incluso, el investigador de la ciencia
oficial, como el poeta que escribe versos gratuitos, están tocados en su interior, dado el inapelable
triunfo cotidiano del Ego del trasfondo oscuro, sobre la claridad de la conciencia, de este deseo
aparentemente inexplicable, para los que nada saben de la determinante influencia del Ego, y que sin
embargo, se hace tan cruel, para quien cree no haber conseguido, ni la recompensa de la gloria, ni la
recompensa de la fama.
Por todo esto, la vida como creencia y como consecuencia de esta creencia, llega la contradicción,
dada el permanente triunfo del Ego del trasfondo oscuro, sobre la claridad de la luz de la conciencia de
cada individuo humano, y de ahí la vida cotidiana como vacío constante, que necesitamos llenar como
sea cada uno de los individuos humanos, ya que detrás de este vacío, no se encuentra sólo el dolor de la
soledad de la conciencia, sino que se encuentra el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada
individuo humano, que es quien lo crea, es decir, la vida como sufrimiento callado que el Ego del
trasfondo oscuro de cada individuo humano, nos manda silenciar, y lo que es peor, olvidar.
Pero olvidar, no se olvida fácilmente, porque hay determinados momentos, en los que por unos
breves instantes, la claridad de la luz de la conciencia, es capaz de vencer sobre el Ego del trasfondo
oscuro de la mente interior de cada individuo humano, y en el que todos y cada uno de los individuos
humanos, libremente condicionados de nuestro Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, somos
conscientes de la verdad de lo que somos.
No obstante, esto no obliga por parte de cada individuo humano, a hacer un esfuerzo sobrehumano,
es decir, prodigioso, ya que el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano,
a veces es vencido en contadas ocasiones, por la claridad de la luz de la conciencia.
Pero todavía así, es muy difícil por parte del Ego que construye y pone en marcha la ley de la vida
cotidiana, y la cual tiene que vivir cada individuo humano, ofrecernos psicólogos a precio de saldo, o
prometernos viajes gratis hacia un falso futuro prometedor, o grandes oportunidades para hallar la paz
interior, ya que este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, sólo te da la opción de
callar y aguantar, ya que sus sueños, son sueños de cristales rotos, que no valen para ciertos campeones,
que exclaman desde muy jóvenes, su gran amor, desde su Ego del trasfondo oscuro de la mente interior,
por el invento de su pensamiento.
También hay quienes solamente creen, desde la perspectiva del Ego que construye y pone en
marcha la ley de la vida cotidiana, en esos individuos humanos, que se hacen acompañar por una en este
caso, sincera copa de más, mientras nadie le hace caso, porque supuestamente se encuentra ebrio de
felicidad, ya que es gente que cree desde su Ego del trasfondo oscuro, que no cree que existe la
posibilidad de redimir sus pecados, ya que los asimila a la culpa religiosa, cuando la causa de sus
problemas por pecados, están siempre en su propio Ego, al que no trata de disminuir.
Hay otros individuos humanos, los cuales sólo creen, en la pregunta que no es reflejo de un mundo
que parece saber de todo, y que nunca reflexiona antes de decirse a sí mismo, el porque de la
incertidumbre de decir aquello o lo otro, dado que a medida que crecemos, nuestro Ego del trasfondo
oscuro de la mente interior de cada individuo humano, no creemos ya en el significado que ha tomado
nuestra inesperada vida de siempre.
No obstante, en este Ego que construye y pone en marcha la ley de la vida cotidiana, seguimos
creyendo en todo lo grande, largo y alto, que no sólo es lo válido, sino lo mejor, y por esto un genio, es
considerado por el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, como aquel que parece
reflejado en la boca de otro o en la pluma que dice y reparte la genialidad a quien más le conviene o
viene en gana.
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