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humano, es decir, para que el sistema del Ego del trasfondo, se siga reproduciendo colectivamente, en la
vida cotidiana de cada individuo humano, del cual este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior,
quiere tenerlo en la oscuridad más absoluta, para que al tener anulado el trasfondo de luz de la
conciencia, no pueda conocer lo que hay por debajo de su razón, que está tan sobrevalorada.
Esta sobrevaloración de la razón, que tiene cada individuo humano, se da por la manipulación del
Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, y por eso el individuo humano, se suele creer a sí mismo
siempre tan lleno de razón y de conocimientos, dado que incluso hay momentos, en los que considera
que no tiene ningún tipo de limitación, pero esa soberbia intelectual, hay que tratar de disculparla, dado
que evidentemente se la hace tener este Ego del trasfondo, que actúa tan negativamente y en contra de
todos los individuos humanos en general.
Y es que la verdad sea dicha, por causa de este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, nos
obstinamos en pensar, que sabemos muchas cosas de cada uno de nosotros mismos, cuando a decir
verdad, este Ego del trasfondo, no nos deja darnos cuenta de que somos unas marionetas a su servicio,
ya que tiene anuladas por completo, cada una de nuestras conciencias, y por eso el individuo humano, no
sabe que está completamente dormido, y que toma las decisiones de una manera inconsciente, cuando
tiene que vivir desde el Ego que construye la ley de la vida cotidiana, es decir, el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mi.
Por todo esto, para intentar acabar con esta inconsciencia en la que se ve obligado a vivir a cada
individuo humano, en su vida cotidiana, tiene que tratar de aminorar la influencia determinante que tiene
el Ego del trasfondo, lo que se hace muy difícil, cuando no, prácticamente imposible, dado que este Ego
del trasfondo, lo que no quiere es que el individuo humano, se de cuenta de que está dormido por causa
de este Ego.
De hecho, si se diese cuenta, de que está dormido por causa de este Ego del trasfondo oscuro de la
mente interior, descubriría que su conciencia individual, tiene la capacidad de ser completamente
objetiva, cuando no está determinadamente influida, es decir, inoculada por el sueño que le transmite
este Ego del trasfondo.
Además, esta objetividad siempre es humilde, porque la objetividad es la auténtica voluntad de la
conciencia, que es la que activa la luz del trasfondo, es decir, la que ilumina la intuición de cada
individuo humano, intuición que no llega como una información de la mente humana, dado que si pasara
esto, el Ego del trasfondo estaría detrás.
Por todo esto, es la auténtica voluntad de la conciencia, que es la que activa la luz del trasfondo, es
decir, la que ilumina la intuición de cada individuo humano, quien es la única que está capacitada para
dar la verdadera felicidad a cada individuo humano, y también y de una manera sencilla y ecuánime,
para todo aquel individuo humano, que quiera ser honesto con su conciencia, es esta intuición, la única
que nos permite darnos cuenta, de la existencia de la ley universal de la recurrencia, como algo
completamente que encaja en las verdades más profundas de la mente interior, que no está dominada por
el Ego del trasfondo.
Es decir, es la intuición de la conciencia, por la que descubrimos, esta ley universal de la
recurrencia, dado que en cada retorno a la vida cotidiana, que no está dominada por el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el individuo humano, tiene la posibilidad de darse
cuenta a través de su conciencia, que cada uno de nuestros Egos del trasfondo, que lleva nuestra mente
interior, repite en cada vida, su mismo papel y función social, dentro del Ego que construye la vida
cotidiana.
Por todo esto, cada individuo humano, cuando muere, lleva la historia de su vida, y la vuelve a
traer una y otra vez, para repetirla en la escena tragicómica de una nueva vida, en la que tienen lugar las
mismas circunstancias que en las vidas anteriores.
Además, de este modo, cada individuo humano, se convierte en un actor de estas leyes universales
de la recurrencia y del retorno, y por eso es víctima de ellas, aunque no le guste serlo, dado que cada uno
de los Egos del trasfondo oscuro de la mente interior, se ve impelido a repetir de vida en vida su mismo
papel y función social, dentro del Ego que construye la ley de la vida cotidiana, es decir, dentro del Ego
de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi.
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