Descarga gratuita en PDF - El Taller del Poeta

Pero este Ego, a través de manifestaciones conflictivas y por su propio interés, confunde y por
tanto divide la realidad que la conciencia tiene tan clara, la fragmenta en muchas partes, y de ahí, que el
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que es el Ego que construye la ley de la vida
cotidiana, imponga que la sociedad, esté dividida en muchos grupos de interés, que lo que buscan es
maximizar su beneficio, olvidándose de la armonía que guarda la conciencia dentro de si misma, es
decir, olvidándose del trasfondo de luz de la conciencia, y por ello para subsistir en la vida cotidiana hay
que pertenecer a un grupo de individuos humanos, aunque también siempre hay enfrentamientos dentro
de estos grupos, sean empresariales o financieros, universitarios o políticos, etc.
Por eso es imposible que en el planeta tierra haya amor y verdadero respeto hacia cada uno de
nuestros semejantes, los cuales tienen el mismo Ego del trasfondo oscuro de la mente interior que cada
uno de nosotros, es decir, da pena afirmarlo, pero eso del amor verdadero entre los seres humanos es
imposible, porque el Ego que construye la ley de la vida cotidiana, está siempre entrometiéndose en la
vida de la conciencia, lo que impide que esta pueda ser libre para dejar sentir de verdad a cada individuo
humano, lo que de verdad quiere sentir, que es la verdad de su conciencia, que es la única que de verdad
le quiere y siente amor hacia este individuo humano.
Además, la causa de que sea imposible que exista amor alguno en las relaciones entre los seres
humanos, no sólo es esencialmente, porque el Ego por su propio interés confunde y por tanto divide la
realidad que la conciencia tiene tan clara, impidiendo una buena relación humana entre los individuos,
sino porque tratando de ser posibilistas, y aun tratando de crear un entendimiento, lo que se convierte en
algo imposible, ya que las bases de este entendimiento parten siempre del Ego del trasfondo oscuro de
la mente interior, y por eso las relaciones cotidianas entre los individuos humanos, incluidas claro está
las familiares, que pudieran parecer en un principio las menos afectadas por el Ego, lo son tanto o más
que todas las demás, ya que sólo hay que ver los enfrentamientos soterrados que se dan en todas las
familias, y ya no se diga en las relaciones con la familia extensa, que sólo suelen salir a la luz pública,
cuando hay una desgracia que levanta el morbo por saber que ha pasado que casi siempre tiene la
opinión pública.
De esta manera, vemos como es imposible conseguir un cierto grado de avenencia en las relaciones
cotidianas entre los seres humanos, y sólo queda recurrir a ser autocríticos con nosotros mismos, y
darnos cuenta en última instancia, de lo bochornoso que somos todos los individuos humanos, desde el
punto de vista de nuestros pensamientos internos, y por tanto de que también lo son, nuestros
sentimientos y emociones, y por ello es algo muy satisfactorio por imprescindible que es, sentir que
tenemos una llama de justicia, que es nuestra conciencia, que en el ultimo instante es capaz de reconocer
este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, y que permite llegar a un entendimiento final, aunque
sea en precario, por ejemplo, intentando prevenir un conflicto, mediante un giro oportuno en el tema de
conversación, con un chiste que relaje la tensión del ambiente, o simplemente saber callarse a tiempo, lo
que no es ser un oportunista, sino que en cambio deja entrever un cierto nivel de sabiduría.
Pero la realidad de la vida cotidiana, es que el Ego que construye la ley de la vida cotidiana,
siempre es impaciente y le cuesta o no sabe escuchar, y cuando habla lo hace con orgullo o
autoconsideración, es decir, cuando el individuo humano sólo sabe hablar de si mismo, pero para decir
lo mal que le va, lo que viene siendo un orgullo de negación, ya que este Ego de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mi, es un Ego que viene del trasfondo oscuro de la mente interior, y por tanto,
no quiere bajo ningún concepto tomar conciencia de las imperfecciones y miserias mentales que tiene
cada individuo humano.
Por todo esto, se hace muy difícil conseguir un cierto grado de avenencia en las relaciones
cotidianas entre los individuos humanos, ya que este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, es
contrario a reconocer las imperfecciones y miserias psicológicas que guarda en su interior cada
individuo humano, lo que impide la aplicación del método cognitivo de la conciencia, para tratar de
aminorar este Ego.
Con esta contrariedad del Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, a que cada individuo
humano tome conciencia de sus imperfecciones o miserias mentales, este Ego se justifica, se calla, o
quiere tapar los errores que evidentemente comete cada individuo humano, convirtiéndose de esta
manera, en el peor enemigo que tiene paradógicamente el ser humano dentro de sí mismo, ya que el Ego
que construye la ley de la vida cotidiana, interviene como un mecanismo de defensa para que el
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