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cerebro es como una tabla rasa y que por tanto la mente, es exclusivamente un producto de la
experiencia adquirida del entorno y de la cultura que rodea al individuo humano, por eso, la otra parte de
la ciencia oficial, tiene que enfrentarse a esta visión, que para parte de la sociedad era y sigue siendo la
más aceptada, por lo que esta otra parte de la ciencia oficial, argumenta que existe una verdadera
naturaleza humana en la que el razonamiento está procesado por los circuitos emocionales del cerebro,
por lo que el cerebro no puede definirse como una calculadora racional, sino que tiene que verse como
una calculadora emocional.
Esta discusión científica oficial, que incluso se traslada a la ideología política que subyace a
cualquier estudio científico sobre el cerebro humano, es la vieja discusión filosófica, entre los
racionalistas, para quien el individuo humano nace con ciertas ideas que existen en su conciencia, por lo
que no hace falta ningún tipo de experiencia, y los empiristas, para quien no hay ningún conocimiento
en la conciencia, antes de adquirir nuestras experiencias mediante los sentidos.
De hecho, como los empiristas, Aristóteles dijo que no hay nada en la conciencia que no haya
estado antes en los sentidos, ya que según Aristóteles no tenemos ninguna idea innata sobre el mundo, o
también lo que dijo Locke, sobre que hay unas cualidades primarias, que reproducen las cualidades de
las cosas y unas cualidades secundarias, que es la influencia de la realidad exterior sobre nuestros
sentidos, mientras que para Hume, hay dos tipos de percepciones, las impresiones que son la inmediata
percepción de la realidad externa, y las ideas, que son el recuerdo de esa impresión, ya que no es la
razón la que decide lo que decidimos y lo que hacemos, sino que son los sentidos, mientras que para los
racionalistas, que viven en la época renacentista, tratan de luchar contra el nuevo método científico que
se impone como innovación, es decir, el de investigar la naturaleza con los propios sentidos, ya que este
método científico empírico, precedió a los inventos tecnológicos, y es un método científico, el empírico,
por el que Newton señala que las mismas leyes del movimiento rige en todo el universo, ya que este
materialismo se nutría de las nuevas ciencias empíricas de la naturaleza, que tienen una visión mecánica
del Universo, es decir, tienen una concepción determinista, ya que todo lo que ocurre está decidido de
antemano, y por eso en el materialismo todos los fenómenos de la naturaleza, se reducen a magnitudes
físicas concretas.
Frente a este materialismo, se encuentra el idealismo, que afirma que la existencia tiene una
naturaleza espiritual, aunque de todas maneras no se puede confundir el idealismo con racionalismo,
para quien la razón, es la única fuente segura de conocimiento, ya que por ejemplo, para Descartes, en su
“Discurso del método” dudaba de todo, y por ello de lo único que puede estar seguro, es de que si
piensa, luego existe, y por eso el yo pensante es más real que el mundo físico que captamos con los
sentidos, ya que para Descartes, Dios es el ser perfecto, es la idea innata y por ello Spinoza, dijo que no
decidimos todo lo que ocurre con nuestro cuerpo, y por ello tampoco elegimos todo lo que pensamos, es
decir, hay un yo que no controlamos, que es este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, que
influye determinadamente en nuestras vidas, aunque no seamos conscientes de ello, y por ello Spinoza
ya intuyó, que el individuo humano no es capaz de decidir todo lo que ocurre con nuestro cuerpo, y por
ello tampoco puede elegir todo lo que piensa, por lo que es como si este autor ya intuyera la existencia
del Ego del trasfondo que todo lo domina.
De esta manera, lo que queremos reivindicar con este estudio científico de la conciencia evolutiva,
es que hay un yo oculto que no controlamos y que la ciencia y la filosofía oficial nunca tienen en cuenta,
y que está más allá de la división académica entre racionalistas o empiristas, o de la división entre
materialismo e idealismo, ya que de hecho el mismo Kant, pensaba que la razón del individuo humano,
no es capaz de emitir un juicio seguro, porque tanto la razón como la experiencia no tienen un
fundamento seguro, ya que la razón está vacía en sus respuestas, no tiene ningún material de los sentidos
o experiencia en la que apoyarse, y por tanto no tiene la capacidad de percibir de una manera segura,
toda aquella inmensa realidad de la que formamos parte y de la que constituimos una pequeña parte, y
por ello la razón no sólo no tiene material para contestar, sino que la única cualidad de la razón será la
de preguntar.
Por ello, con este estudio científico de la conciencia evolutiva, lo que queremos es demostrar, que
las divisiones y las dudas académicas, y la sola posibilidad de preguntar que tiene la razón según Kant
para obtener las respuestas existenciales, se quedan cortas, ya que es imprescindible estudiar este Ego
del trasfondo oscuro de la mente interior, para obtener las más exactas respuestas existenciales posibles
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