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aunque la realidad de la vida cotidiana, es siempre al final del Ego, que la construye y pone en marcha, y
esta es la razón de porque hay tantos individuos humanos tan mal encarados y que se dedican a
entorpecer la vida cotidiana de todos los días.
Y esto ocurre así, porque el individuo humano se da cuenta de que si quiere conseguir tener una
posición de importancia social, tiene que adaptarse al Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mi, siendo en este momento donde entra en juego la negación y ocultación del conflicto
interno entre el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano, y la claridad de
la luz de la conciencia de cada individuo humano, y que se refleja en las tensiones y contradicciones
sociales que sufre cada individuo humano, en su vivir obligado desde el Ego que construye y pone en
marcha la ley de la vida cotidiana.
Esto es en términos de valor psicológico, el precio que hay que pagar, por luchar para conseguir
aquel puesto en la sociedad, que el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo
humano, le hace ambicionar a cada individuo humano, lo cual parece o hace aparentar que se está
adaptando al Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi.
No obstante, hay muchas maneras de adaptarse al mundo del Ego de los requerimientos de lo que
el mundo quiere de mi, para conseguir el puesto en la sociedad, que ambiciona el Ego del trasfondo
oscuro de la mente interior de cada individuo humano, y por lo cual, sólo un grupo de individuos
humanos, cuyos dominantes Egos del trasfondo oscuro, son los que terminan por conseguir ese puesto
en la sociedad, que le permita imponer sus requerimientos propios, a los subordinados Egos del
trasfondo oscuro de los demás individuos humanos, tanto a los que están a sus órdenes directas,
profesionalmente hablando, como dentro de su ámbito de relaciones humanas más cercanas.
Por todo esto, si se utiliza el dolor de la soledad de la conciencia, que como no tiene cura, permite
que el individuo humano mantenga una actitud vital de continua alerta y desconfianza ante su entorno
social, ya que cada uno de los demás individuos humanos, que conforman dicho entorno social, y que a
su vez son vistos como rivales por cada uno de los demás Egos del trasfondo oscuro de la mente interior,
en la lucha por conseguir ese puesto en la sociedad, que le permita imponer sus requerimientos propios,
lo que produce a pesar del intento de aparentar cordialidad y serenidad, una tensión nerviosa y
emocional continua.
De hecho, esta tensión nerviosa, que el entorno social o Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mi, produce internamente en cada individuo humano, es una tensión asociada a la idea
de conocer para poder adaptarse al Ego que construye y pone en marcha la ley de la vida cotidiana, que
es el Ego que nos va a permitir sobrevivir dentro del público y colectivo Ego de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mi.
De este modo, se desarrollan tanto las ganas de aprender, como la curiosidad por saber, del Ego de
cada individuo humano, ya que una vez conseguido esto, ese determinado individuo humano, puede
conseguir ese puesto en la sociedad, que le permita imponer sus propios requerimientos, tanto de
mandar, como de tener, con el fin de llenar inconscientemente el vacío que provoca el miedo a la vida,
que en el fondo, es el miedo a la muerte, que tiene el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de
cada individuo humano, y es este miedo inconsciente a la muerte, el que impulsa al individuo humano, a
intentar sobrevivir de la manera que sea, INCLUSO HACIENDO LA GUERRA, AUNQUE DESPUÉS
LA HIPOCRESÍA ESCRIBA SOBRE LA PAZ.
Por tanto, esta tensión emocional, que el entorno social o Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mi, produce internamente en cada individuo humano, es decir, en su Ego, no es una
forma lógica de adaptarse al mundo de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi.
Es decir, la forma de adaptarse al mundo de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, es
la aceptación resignada de estos requerimientos del Ego colectivo y público, es decir, de la sociedad, ya
que de lo que se trata, es de aceptar sumisamente, porque no queda más remedio, cualquier
requerimiento que imponga, lo que el mundo quiere de mi, por lo que este sumiso individuo humano se
encuentra vetado para poder imponer ninguno suyo, propiamente dicho.
No obstante, sólo será capaz de imponer, porque no le queda más remedio, su propia
supervivencia, por lo que tendrá que seguir manteniendo una actitud vital de continua desconfianza ante
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