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construye la ley de la vida cotidiana, se apodera y maneja a su antojo, si se le da vía libre, los cinco
sentidos de todos conocidos, ya que el Ego lo que hace es utilizar estos cinco sentidos en su propio
beneficio, nutriéndose y expresándose a través de ellos, es decir, el Ego se nutre tanto de las sensaciones
e impresiones que nos llegan del trasfondo oscuro de la mente interior, como de lo que nos llega de
afuera, es decir, de lo que nuestros sentidos captan de las sensaciones e impresiones que nos produce el
tener que relacionarnos con nuestros semejantes, dado que aunque parezca mentira, lo que son nuestras
emociones y sentimientos, se nutren todas del Ego, que construye la ley de la vida cotidiana, y no de la
conciencia, como cabría pensar.
Pero si se nutren del Ego es por algo, ya que todo o practicamente todo tiene una causa, y si las
emociones y sentimientos se nutren del Ego es porque estas emociones y sentimientos, tienen su primer
origen en unos pensamientos anteriores, que a su vez vienen de la mala utilización energética de la
mente sensorial, que hace el individuo humano, aunque en realidad el Ego del trasfondo oscuro de la
mente interior, le acaba ganando la partida al método cognitivo de la conciencia, quien no es capaz de
vencer sobre el Ego, y por eso estos pensamientos generan impresiones negativas en el individuo
humano, y para lo cual se utiliza las emociones y sentimientos, y esto es el motivo, por el que dichas
emociones y sentimientos vienen del Ego, generando una continua retroalimentación del Ego, que nunca
se acaba, y por eso el mundo de la vida cotidiana es como es.
Además, hay tres energías que el Ego manipula de una manera negativa, siendo la primera, la
energía de la mente sensorial, la de los cinco sentidos de todos conocidos, ya que instrumentaliza esta
mente con el objetivo de hacer daño, es decir, juzgar, tramar, confabular, la segunda energía que
manipula es la de los deseos, que siempre persigue el placer fugaz, pero que al final se convierte en
dolor físico o emocional, ya que el deseo desmesurado de posesiones monetarias o sexuales, el deseo de
venganza, de reconocimiento intelectual, o simplemente de comer o beber, a medio y largo plazo, no
trae más que desórdenes físicos y emocionales de todo tipo, y la tercera energía que maneja el Ego, es la
voluntad de la conciencia, utilizándola como mala voluntad, con el objetivo de interrumpir la acción de
buenos fines, ya que el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior del individuo humano, lo que
quiere es que el método cognitivo de la conciencia no funcione y que pierda siempre, y por ello el Ego
del trasfondo, duerme, cansa, o despierta al individuo humano, por ejemplo para repartir un dinero,
pero lo que en realidad es, es un mecanismo de defensa del Ego, para que una cosa, que la conciencia de
cada individuo humano considera que es buena, no se haga.
Marchándonos a un ejemplo extremo, pero que sirve para ilustrar la importancia que el estudio
del Ego tiene para la ciencia en general, y en particular para la psiquiatría, la psicología, la filosofía, la
sociología e incluso para la ciencia política, y nunca para el derecho, ya que es una disciplina académica
que sólo atiende a las consecuencias, a los efectos, y nunca a las causas, citaremos el caso de cualquier
psicópata, cuyo Ego, en este caso ego asesino, se esconde en el trasfondo oscuro de la mente interior, y
que por tanto, todo individuo humano posee, pero que en el caso de un individuo humano le sale para
fuera y acaba actuando, porque ha deseado tanto la muerte de esa persona, que al final la mata, es decir,
ha sacado a pasear su Ego asesino, sin ningún problema, al menos aparente, aunque si la ha matado, es
por una causa, porque ha pensado tanto en ello, que se ha convertido en una obsesión, que ha alimentado
a dicho Ego asesino, y que al final ha actuado.
Hasta aquí todo perfecto, ya que conocemos la causa, pero lo cierto es que la psiquiatría oficial
disculpa y parece que no quiere responsabilizar de sus acciones al individuo humano, y por eso no
reconoce al yo o ego asesino, como la causa de todo asesinato, ya que considera que le ha salido al
individuo humano de una manera fortuita, como si nada pudiera hacer por controlar esos impulsos
asesinos controlados por el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, aunque algo siempre puede
hacer, que es tratar que el Ego no se apodere de la conciencia en esos momentos tan trascendentales, por
lo difíciles que son, y dejar que la conciencia se apodere de la situación.
Además, tampoco debe ser requisito único para autocontrolarse, el conocimiento de la existencia
del Ego, en este caso del ego asesino que todos llevamos dentro, ya que cualquier persona tranquila, casi
seguro que no conoce el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, pero intenta controlar sus
impulsos, y lo consigue sobre todo, cuando se puede llegar a acabar con la vida de un individuo humano,
sea el que sea, pero ya por serlo, ya que la vida tiene valor por si misma, porque es la única que tenemos
en esta etapa de la evolución de nuestra conciencia, e independientemente de lo que le haya hecho a uno,
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