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Por todo esto es muy importante, no sólo realizar, sino también saber hacer, ya que las leyes
universales, tienen como unos tribunales de justicia objetivos, en el que pasan cosas porque tienen que
pasar, aunque el individuo humano, no llegue a comprender porque pasan esas cosas, ya que nuestra
lógica humana, que esta dominada por el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, impide que el
trasfondo de luz de la conciencia pueda tener clara la reflexión de porque pasan las cosas que pasan.
De hecho, en los tribunales de justicia objetivos, somos juzgados por los hechos, y no por las
intenciones, ya que los individuos humanos no somos quien, para pensar ni bien ni mal de los demás, ya
que como un individuo humano va a conocer las intenciones de los demás, sino conoce las suyas
propias, porque no es capaz de hacerlo, tan sólo es capaz de sospechar desde la maldad del Ego del
trasfondo, de esas intenciones, por lo que la gran ley universal de Anubis, no sólo actúa con una justicia
implacable, cuando las cosas son tan graves, que no le queda más remedio que actuar así, aunque el
individuo humano, desde su lógica mental no sea capaz de explicárselo, ya que su mente, que crea el
Ego, impide que la conciencia lo comprenda.
De todas maneras, la gran ley universal de Anubis, no sólo actúa con una justicia implacable en los
momentos más graves, en los que no cabe otra solución, y aun cuando el individuo humano, desde su
lógica mental, no comprenda la rigurosidad con la que está siendo tratado, por esta gran ley universal de
Anubis, de la que no es consciente porque el Ego del trasfondo se lo impide a la conciencia, pero aun así
esta gran ley universal de Anubis, sabe ser también compasiva.
Por todo esto, la mejor manera de hacer que esta gran ley de anubis no actúe jamás de una manera
tan rigurosa, es tratar de hacer algo positivo para ser perdonados, es decir, lo inteligente es pagar karma
con buenas acciones, no con sufrimiento, aunque cuando esto no sea posible, porque el karma que
traemos de otras vidas es tan grande que lo impide, es aceptar sin más tipo de explicaciones lo que nos
depara la gran ley.
Es difícil de aceptar por el Ego del trasfondo de cada individuo humano, la existencia de esta gran
ley de anubis, que por el karma que traemos de otras vidas, que es tan grande a veces, que el individuo
humano se ve de pronto terriblemente afectado por alguna circunstancia que no esperaba y por ello no le
queda más remedio que aceptar sin más tipo de explicaciones lo que le depara la gran ley de anubis,
aunque su Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, se siga preguntando el resto de la vida, porque
le ha tenido que pasar lo que le ha ocurrido y que ha trastocado tan negativamente su vida.
Cuando no es tan grave lo que nos tiene que ocurrir, porque nuestro karma no es tan grande que la
gran ley universal de anubis, no se ve en la necesidad imperiosa de actuar, el karma de cada individuo
humano, puede ser disminuido haciendo buenas acciones, lo que significa un trabajo interior de
eliminación de las malas causas, es decir, del Ego, lo que significa que hay que sentir, pensar y hacer de
una manera objetiva, aunque sea algo muy difícil, dada la insistencia del Ego del trasfondo en hacer todo
lo contrario, es decir, en sentir, pensar y hacer de la manera más parcial a favor del propio Ego de cada
individuo humano.
Pero este sentir, pensar y hacer de una manera objetiva, señala la necesidad de cambiar radical e
integramente y para siempre, aquello que sentimos necesidad de cambiar, y por ello, se camina hacia
una mayor objetividad, si cada individuo humano hipotéticamente fuera capaz de darse cuenta, de que la
lucha contra el Ego del trasfondo que lleva en su mente interior, es el mejor cumplido que se puede
hacer al resto del mundo, y por ello, el individuo humano que haga esto, se beneficiará sin saberlo,
obteniendo más darma a su favor.
Por otra parte, Anubis, es el dirigente de esta gran ley universal, y los egipcios lo representan
mediante un chacal, el cual trabaja con los cuarenta y dos jueces, es decir, con la ley objetiva, ya que
estos cuarenta y dos jueces están distribuidos por todo el planeta tierra, y se encargan de juzgar a
aquellas conciencias, después de que hayan muerto físicamente, aunque no por ello, muere el Ego del
trasfondo oscuro de la mente interior, ya que este Ego sigue en el trasfondo oscuro de la mente interior
de otro individuo humano.
De esta manera, la estancia de Anubis, se encuentra en la constelación de Libra, y en el mundo
molecular, y por ello todos tenemos un libro de cuentas, con nuestro debe y haber, dado que el cincuenta
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