Descarga gratuita en PDF - El Taller del Poeta

Por tanto, si existe evolución, tiene a la fuerza que existir involución, y por eso considerar la
ciencia oficial, sólo dentro de la maquinaria evolutiva de Darwin, es algo muy incompleto.
De esta manera, la ley universal de la evolución e involución, constituyen la base mecánica del eje
central de la naturaleza, es decir, la rueda del samsara, que para los egipcios quiere decir, los procesos
evolutivos e involutivos de la naturaleza, sobre los que gira el planeta tierra.
Por todo esto, lo único que tiene que hacer cada individuo humano, es intentar llegar a este
conocimiento autético, que no es complejo, porque no proviene del Ego del trasfondo oscuro de la mente
interior, que es quien lo complica todo, y no deja que el trasfondo de luz de la conciencia de cada
individuo humano, pueda darse cuenta de un conocimiento que esta ahí, dentro de la mente interior de
cada individuo, pero que el Ego del trasfondo oscuro no permite que se sea consciente del.
Además, los individuos humanos, que son revolucionarios dentre de si mismos, dado que se
atreven a luchar desde su conciencia, contra el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, no están
dispuestos a quedar encerrados, en los dogmas de la ciencia oficial, como es el dogma de la maquinaria
evolutiva de Darwin, dado que para que eso sea algo completo, hay que estudiar los principios
inteligentes de las leyes universales, que es como estudiar los procesos evolutivos e involutivos de la
naturaleza.
De hecho, los antiguos sabios, fueron depositarios del conocimiento universal, y por ello, no
despreciaron la luz del trasfondo de la conciencia, dado que estos sabios o maestros, son el conocimiento
universal, que está encarnado en un cuerpo físico.
De esta manera, la gnosis, es una síntesis de lo que es verdadero, libre y real, es decir, es el tao de
la existencia, y del conocimiento que siempre ha existido y estado ahí, aunque el Ego que construye la
ley de la vida cotidiana, es decir, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, se haya
encargado de ocultarlo.
Lo que ocurre, es que a través de los siglos, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mi, de lo que se ha encargado, es de confundirlo y mezclarlo todo.
De hecho, de lo que fue el conocimiento universal auténtico, se fue ramificando en ciencias
escolásticas , que ya hemos referenciado más atrás, para poder explicar lo que es el yoguismo, el
panteísmo y el filosofismo y por otro lado, surgieron religiones tan especiales y diferentes como el
budismo o el hinduismo, que también hemos explicado páginas más atrás, y el esoterismo, del que
salieron logias como los masones, rosacruz, o la teosofía, también movimientos metafísicos,
oscurantismos, mileranismos, y goetismos.
Por todo esto, para volver al conocimiento universal, hay que hacer caso de la luz del trasfondo
de la conciencia, que tiene sus métodos de conocimientos interiores, y por lo cual, puede ver, tocar,
olfatear, saborear, o escuchar, la verdadera esencia de las cosas.
De hecho, de esta manera, se puede ver los tipos originales de las diversas razas humanas, aunque
la personalidad intelectual del individuo humano, que aparece desde la raza de los atlantes, lo pretenda
negar, y por eso da los datos que le parecen oportunos, negando la existencia de las siete razas, y todavía
peor, negando la existencia de la Atlántida, dado que el archipiélago de las Antillas, las islas Canarias, y
también el estado español entero, es un trozo de la desaparecida Atlántida a los ojos de esta raza aria
actual.
Pero los científicos oficiales de la raza aria, siguen no creyendo más que lo que observan sus ojos
egóticos, al igual que sólo creen en la teoría de Alfred Wagner, de que las masas actuales del planeta
tierra, constituyeron en sus inicios, un sólo continente, denominado pangea, lo que no deja de ser más,
que una mera hipótesis, la cual puede ser puesta en duda, por ser vista desde los ojos egóticos de los
científicos oficiales de la raza aria, y por tanto, se puede decir sin ruborizarse, que la Atlántida ha
aparecido entre América y Europa, donde existe una gran plataforma marina, y aun cuando, algunos
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