Descarga gratuita en PDF - El Taller del Poeta

Por todo esto, el destino de este individuo humano cambia, y es cuando llega la suerte, pero no por
azar, sino por una causa profunda, que no se ve, con los sentidos sensoriales, sino que se intuye, desde la
luz del trasfondo de la conciencia, que es la de haber cometido acciones éticamente mejores, dirigidas
por una ley superior.
Lo que pasa, es que aun cuando hay que trabajar desinteresadamente, con total deferencia hacia el
resto de la humanidad, sin el deseo y la pretensión de obtener algo a cambio, lo cierto, es que el peso
del Ego del trasfondo oscuro de la mente interior es tan grande, que no permite que en la práctica del
Ego, que construye la ley de la vida cotidiana, es decir, que construye el Ego de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mi, pueda ocurrir tal cosa.
Se dice incluso cósmicamente hablando, que ante las acciones éticamente reprobables, que
cometemos cada uno de los individuos humanos, que a mediados del tercer milenio es probable que el
planeta rojo, choque contra la tierra, a pesar de que la ciencia oficial de esta humanidad aria, intente
desviarlo de la órbita del planeta tierra.
Con este choque entre planetas, es como va a acabar, esta edad de hierro, denominada kali-yuga,
que se inició con el ciclo electroquímico de la cultura grecorromana, y que finalizará a mediados del
tercer milenio.
Y aunque a mediados del tercer milenio, bastantes individuos de esta raza aria, tendrán la técnica
necesaria para poder viajar a la luna, y a algunos planetas de nuestro sistema solar, lo cierto, es que este
choque entre planetas se va a producir, y lo que fue la tierra, quedará resumida en vapor de agua y
fuego.
Pero antes mismo de que suceda todo esto, de la tierra serán llevados los individuos humanos, que
han logrado evolucionar su conciencia, y que habrán de formar la futura sexta raza humana.
Por esto, después de esta gran catástrofe cósmica, que casi seguro tendrá lugar a mediados de este
tercer milenio, aparecerá una nueva tierra, en la cual vivirá esta futura sexta raza, y por lo cual, es tan
importante que estos individuos humanos, que han logrado evolucionar la conciencia, sean llevados a
otros lugares del Universo, para que cuando la tierra vuelva a estar en condiciones, pueda acoger esta
sexta nueva raza, quedando de la raza humana aria actual, una memoria extendida y escondida, de entre
los registros akásicos de la naturaleza.
Con todo, el que escribe esto, quiere señalar que en las madrugadas estrelladas de los meses de
verano de julio y agosto, tiene visto ciertos objetos volantes que de una manera osada y tranquilamente
recorren la atmósfera terrestre, sin ser identificados como ningún aparato fabricado y conocido por esta
raza aria en la que nos ha tocado vivir.
Y este es el verdadero estudio científico que hay que hacer, es decir, ir más allá de lo que la
limitada lógica de los dogmas de la ciencia oficial propone, incluida claro está en esta ciencia oficial, la
filosofía, la psicología y las ciencias sociales y humanas, además de ir más allá tambien, de los dogmas
religiosos del creacionismo científico, para poder dar una base científica definitiva, a lo que son estos
fenómenos que cuesta tanto comprender al individuo humano intelectual de la raza aria.
Este individuo humano intelectual de la raza aria, tiene que ser un poco más humilde y aceptar la
existencia de ciertos conocimientos profundos, pero que al mismo tiempo se encuentran escondidos a
propósito, por los dirigentes económicos y políticos de esta raza aria intelectual de inicios del tercer
milenio, que no quieren que nada se sepa por acientífico, de cierto tipo de pensamiento, que basa la
salvación del individuo humano, en el rechazo de la materia y en el conocimiento superior, es decir, en
un conocimiento dualista, que identifica el mal con la materia, mientras que el bien lo identifica con el
ser etéreo, es decir, con lo espiritual, y al que llega, o consigue, quien presta atención a esta gnosis.
Por tanto, y en contraposición a esto, tanto los dogmas de la ciencia oficial, como los dogmas
religiosos del creacionismo científico, tratan a la gnosis como un sistema de pensamiento religioso y
filosófico, que tiene su esencia en ser un conocimiento no logrado por el estudio y la dedicación, sino
por ser un conocimiento reservado únicamente para unos cuantos iniciados, y que le es revelado
interiormente, para comprender los misterios que conducen a la salvación.
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