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falta de afinidad, lo que hacen que paguen justos por pecadores, ya que el individuo humano, no puede
ser objetivo, respecto a otros individuos humanos, que no le han perjudicado en nada, pero que los
infravaloran o tratan mal, al ser asimilados todos por igual, desde el Ego de los requerimientos de lo que
el mundo quiere de mi.
Pero esta reacción tan injusta, hacia individuos humanos, que no le han hecho ningún daño al Ego
de ese individuo humano que reacciona tan mal, tiene su causa, en la obsesión que tiene el Ego del
trasfondo oscuro de la mente interior, por la autoestima de sí mismo, lo que hace a su vez, que este Ego
del trasfondo, se solidifique todavía más en su autoidentidad como Ego.
De esta manera, el Ego del trasfondo, siempre busca quien le aumente la autoestima de sí mismo,
y que le sirva para solidificar todavía más, su autoidentidad como Ego del trasfondo oscuro de la mente
interior, y por ello, es un Ego que siente afinidad por quien le ofrece un discurso servil y una actitud
zalamera a la vez, incrementando de esta manera, su autoidentidad como Ego del trasfondo.
Esta actitud que tanto le gusta al Ego del trasfondo, es una actitud que en cambio, al trasfondo de
luz de la conciencia, no le gusta nada, dado que la conciencia, lo que quiere, es sentirse bien con una
misma, no hacer depender su bienestar interior, por lo que le digan, sino sentirse bien, sin estar a
expensas de lo que digan los demás individuos humanos, aunque al final, este Ego del trasfondo, sigue
demostrando una gran falta de afinidad, respecto de todos aquellos individuos humanos, los cuales tratan
a nuestro Ego del trasfondo con indiferencia, o que nos hacen ver una realidad personal, que no nos
gusta, o que nos llaman la atención por algo.
No obstante, lo más aconsejable, es tratar de dejar el orgullo del Ego del trasfondo oscuro de la
mente interior, a un lado, dado que lo correcto, es estar en el medio, en un punto central, que es donde se
encuentra el trasfondo de luz de la conciencia, dado que quien se siente bien o mal, es este Ego del
trasfondo, nunca la conciencia, la cual nunca toma partido por algo o por nadie, dado que sus valores
son inconfundibles.
Pero lo cierto, es que este Ego del trasfondo, sigue demostrando una gran falta de afinidad,
respecto de todos aquellos individuos humanos, los cuales, tratan a nuestro Ego del trasfondo con
indiferencia, o que nos hacen ver una realidad personal que no nos gusta, o que nos llaman la atención
por algo, y por eso los individuos humanos, no tomamos partido a favor de quien defrauda a nuestro Ego
del trasfondo, dado que además, aunque por un momento, cada uno de nuestros Egos del trasfondo,
sienta atracción hacia quien nos ofrece un discurso servil, una actitud zalamera, o una sonrisa
aparentemente cómplice, lo cierto, es que cinco minutos más tarde, hay un movimiento de vuelta, es
decir, hacia las posiciones defensivas del Ego del trasfondo, que lo vuelven a estropear todo otra vez.
Todo esto sucede, porque los individuos humanos somos inestables por culpa no del Ego, sino por
causa de este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, que se lamenta mucho de sí mismo, que se
da pena de ser como es, dado que incluso, lleva consigo como una libreta, donde apunta todo lo que se le
adeuda, todo el daño que considera se le ha infringido, es decir, el sufrimiento que lleva a sus espaldas,
sin considerar por supuesto el daño o el sufrimiento que como Ego del trasfondo haya podido cometer,
respecto a otros individuos humanos.
De todas maneras, los individuos humanos, casi siempre se quedan muy afectados, es decir, somos
inestables en el ánimo, por causa de este Ego del trasfondo oscuro de la mente interior, dado que es el
factor que hace que el individuo humano empiece a odiar, sin darse cuenta de ello, incluso de una
manera inconsciente, cuando es niño, ya que el propio niño, nace evidentemente con un Ego del
trasfondo, que el sistema colectivo del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, se
encarga de desarrollar y hacer crecer.
Pero esta permanente sensación de rechazo y de duda, que es causada por el Ego del trasfondo
oscuro de la mente interior, y que queda como recuerdo, en la mente de cada individuo humano, no tiene
fácil solución, dado que generalmente este Ego del trasfondo, no deja que el trasfondo de luz de la
conciencia, se convierta en la dirigente de los impulsos individuales de cada ser humano, con lo que esto
conlleva, de dependencia del Ego de los demás, es decir, del Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mi.
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