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De hecho, es en ese preciso momento, cuando tanto el problema o la dificultad que se siente y se
manifiesta públicamente en el sistema racionalizado supuestamente por el colectivo y público Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, se hacen significativos emocional y racionalmente,
dentro de la lógica del Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano, que es
lo que se denomina la atención del Ego de cada individuo humano.
De esta forma, no aparece una conciencia social y política nueva, sino que lo que aparece, para ser
lo más exactos posibles, son unos valores sociales nuevos, que surgen desde el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, y por tanto, cada individuo humano se da cuenta, que lo
que antes hacia sin pensar, era porque creía que esos valores surgidos desde su Ego del trasfondo oscuro,
construían y ponían en marcha la ley de la vida cotidiana, y que no había otros más que estos, hasta que
esos valores se hacen inverosímiles a los nuevos deseos y necesidades de los Egos de los demás
individuos humanos.
Pero el pensar sobre cosas, que antes se hacían sin pensar, no quiere decir que esta nueva situación
social, sea desintegradora, ni siquiera que corra incipiente peligro el sistema, porque los dominantes
Egos del trasfondo oscuro de la mente interior de unos pocos individuos humanos, que son los que
controlan el sistema racionalizado del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, tienen
siempre preparados una serie de fórmulas cognitivas o normativas, que den respuestas a las nuevas
preguntas, que se hacen cada uno de los sumisos Egos de los demás individuos humanos, que aunque
sean sumisos, desean una actualización de los valores sociales, cada cierto tiempo, para no dejar de
creer, en el sistema racionalizado supuestamente por el Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mi, sistema que sin embargo ha permitido la formulación de dichas preguntas
deslegitimadoras.
Pero este sistema racionalizado supuestamente por el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mi, puede volverse desintegrador, es decir, que estas preguntas deslegitimadoras,
cumplan a la perfección su papel, cuando las fórmulas pasadas para la definición cognitiva y normativa
de la realidad, van haciéndose cada vez más inverosímiles, irreales y vacías, perdiendo su fuerza
integradora, ya que no se sustituyen por unos nuevos valores sociales, y aun cuando vengan estos
valores sociales, del Ego que construye y pone en marcha la ley de la vida cotidiana, y se sigan
utilizando de una manera ritual y simbólica, y se conviertan en un síntoma de decadencia.
Esta desintegración del sistema racionalizado supuestamente por el Ego de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mi, tiene lugar siempre en sociedades sin apenas tecnología, con una
economía de subsistencia, semianalfabeta, donde las estructuras de parentesco son muy importantes e
integrada con símbolos religiosos unificadores, y dotada con un sentido intenso de la solidaridad
colectiva.
Por lo tanto, tal sociedad, produce pocos estímulos internos del cambio social, que por otra parte,
es lo que quiere que no tenga lugar, la claridad de la luz de la conciencia, aunque a su vez, los conflictos
sociales potenciales, están bajo dominio de una falsa solidaridad colectiva, que en este caso concreto,
nace desde el Ego del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano, pero que el Ego
que construye y pone en marcha la ley de la vida cotidiana, oculta, aunque a su vez, sirve sumisamente
al Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mi.
De este modo, esa desintegración del sistema supuestamente racionalizado por el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mi, produce una serie de respuestas totalmente antitéticas a
las que había anteriormente, es decir, son antimitológicas.
Por todo esto, la nueva racionalidad del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mi, descubre falsas creencias y valores tradicionales, que ya no se ajustan a lo que demandan los
sucesivos Egos del trasfondo oscuro de la mente interior de cada individuo humano, que colectiva y
públicamente se expresan en este falsamente renovado Ego, que construye y pone en marcha la ley de la
vida cotidiana.
Además, estas falsas nuevas demandas, producidas por los sucesivos Egos del trasfondo oscuro de
la mente interior de cada individuo humano, se producen por los conflictos interiores, que tiene el Ego
de cada individuo humano, durante la vida cotidiana del día a día, ya que el Ego, que construye y pone
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